
Al presidente interino José Jerí le quedan poco más de seis meses al frente del país y, en ese corto tramo, se concentran algunos de los desafíos más sensibles de su mandato.
La inseguridad ciudadana, el avance de la minería ilegal, la fragilidad del orden interno y la necesidad de sostener estabilidad económica conviven con un proceso decisivo: las elecciones generales del 2026.
¿Podrá el gobierno “a toda máquina” enfrentarlo?
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Aunque la organización del proceso recae en el sistema electoral, el rol del Ejecutivo será clave para garantizar neutralidad, evitar interferencias y preservar la confianza institucional. En ese equilibrio -gobernar sin desbordes y sin distorsionar la competencia democrática- se jugará buena parte del cierre de su gestión.
Para Augusto Álvarez Rodrich, analista político, hay tres pilares fundamentales: elecciones transparentes, creación de bases para enfrentar los problemas más urgentes y mantener las condiciones para el avance de la inversión privada.
Mientras que, para el analista político José Carlos Requena, en siete meses de gobierno que le quedan “no deberían haber cambiado mucho los retos de Jerí respecto a los que tuvo al iniciar su gobierno”.
“Iniciar la solución del gravísimo problema de inseguridad, mantener la economía en una condición medianamente sólida, creo que en eso va avanzando bien, aunque hay algunas señales a veces complejas, y sobre todo el tema de organizar elecciones que no dejen espacio para duda”, agregó.
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Seguridad ciudadana: una tarea difícil
La inseguridad ciudadana se ha convertido en el principal termómetro de los últimos gobiernos. Extorsiones, sicariato y delitos de alto impacto han instalado una sensación de desborde que golpea directamente la credibilidad del Estado.
En estos meses que le quedan de gobierno a José Jerí, el desafío no será solo intensificar operativos, sino demostrar capacidad de coordinación entre Policía, Ministerio Público, Poder Judicial y ciudadanía en general.
Para el Ejecutivo, cualquier resultado -o falta de él- tendrá un efecto inmediato en la percepción de autoridad. No se trata ya de promesas estructurales, sino de señales concretas de control territorial.
“[Un reto para Jerí es] avanzar en la solución de problemas que son fundamentales y urgentes en el país en la medida de lo que puede realizar un gobierno de transición, teniendo en cuenta el poco tiempo que tiene, y con eso me refiero principalmente a crear las bases para enfrentar al grave problema de la inseguridad ciudadana”, dice Álvarez Rodrich.
A su vez, considera importante José Carlos Requena “dotar de seguridad a los candidatos” para estas elecciones generales 2026.

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Minería ilegal: una herencia para la próxima gestión
La minería ilegal representa uno de los desafíos más complejos del tramo final del gobierno. No solo por su impacto ambiental, sino porque se ha convertido en una economía ilícita con capacidad de corromper autoridades, financiar violencia y reemplazar al Estado en amplias zonas del país.
Para Jerí, enfrentar este problema implica asumir costos políticos, algo que probablemente herede al próximo gobierno.

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Gobernabilidad: ¿Se acabó el Ejecutivo vs Congreso?
Con un Congreso fragmentado y un clima político volátil, uno de los retos silenciosos del presidente será evitar nuevamente una parálisis institucional en el tramo final de su gestión.
La tentación de la confrontación suele crecer cuando se acortan los plazos y se acercan las elecciones. Sin embargo, es algo que poco se ha visto, considerando que el propio Poder Legislativo eligió a Jerí como el representante de este poder del Estado.
El ahora mandatario, expresidente del Congreso, deberá sostener una relación funcional con el Legislativo, no para impulsar grandes reformas, sino para garantizar estabilidad mínima y evitar crisis políticas que desvíen la atención de los problemas urgentes del país.
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Economía y conflictividad social: en búsqueda del equilibrio
Aunque fuera del foco mediático inmediato, la estabilidad económica y la conflictividad social siguen siendo variables clave. Protestas locales, reclamos por servicios básicos y conflictos vinculados a actividades extractivas pueden escalar rápidamente si no se gestionan con anticipación.
En estos meses, el desafío del Ejecutivo será sostener crecimiento, contener tensiones y evitar decisiones que comprometan el próximo ciclo fiscal, especialmente en un contexto de transición política.
Para Augusto Álvarez Rodrich, es importante “mantener las condiciones y mejorarlas si es posible para el avance de la inversión privada, que es indispensable para el crecimiento económico aprovechando el momento excepcional que atraviesa la economía mundial y que beneficia al Perú”.

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Elecciones 2026: La transición
Las elecciones generales del 2026 representan un reto particular para el gobierno de José Jerí. Si bien la organización del proceso corresponde al sistema electoral, el Ejecutivo cumple un rol decisivo como garante del orden, la neutralidad y el uso adecuado de los recursos públicos.
Cualquier señal de interferencia, presión o uso político del aparato estatal puede erosionar la confianza en el proceso y abrir flancos de cuestionamiento institucional. En ese sentido, gobernar con prudencia será tan importante como gobernar con firmeza.
“[El reto es] apoyar un proceso electoral transparente, contribuyendo con los recursos económicos y humanos que se requiere para que sea un proceso exitoso, y manteniendo neutralidad, especialmente teniendo en cuenta que su partido, Somos Perú, participa con candidaturas a la presidencia de la República y al Congreso; lo cual tengo la impresión lo está cumpliendo a cabalidad desde el inicio de su gobierno de transición”, señala Rodrich, director de A3R.Net.

“En el ámbito de los comicios también, que está atado a la cuestión de seguridad, creo que hay que dotar de seguridad a los candidatos, a las autoridades, al ejercicio del voto el día de la elección, a que los procedimientos se den con la seguridad mínima, a que no hayan periodistas asesinados, candidatos que sufran ataques”, dijo a Gestión, José Carlos Requena.
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Los últimos meses de un gobierno no suelen ser los de las grandes transformaciones, pero sí los que definen el recuerdo político.
José Jerí enfrenta un cierre de mandato marcado por urgencias simultáneas y por un país que observa con desconfianza y exigencia.
Más que discursos o anuncios, será la manera en que afronte estos retos -seguridad, economías ilegales, gobernabilidad y neutralidad electoral- la que determine cómo se lea su gestión cuando el Perú vuelva a las urnas.

Escribo sobre política, economía, defensa y afines. Nueve años contando historias y analizando problemáticas en prensa escrita, radio y televisión.








