
Las cifras para el sector construcción en el Perú son positivas pero incompletas. La Cámara Peruana de la Construcción (Capeco) estima que esta actividad económica creció 12.5% en noviembre y cerrará el 2025 con un avance cercano al 6%, su mejor desempeño desde 2021.
No obstante, el repunte enfrenta una barrera. Guido Valdivia, vicepresidente ejecutivo, advirtió que la baja ejecución de obra pública impacta directamente sobre el empleo y el desarrollo de infraestructura.
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Presupuesto “en el aire”
Durante la presentación del último Informe Económico de la Construcción (IEC), el vocero de Capeco precisó que el Estado no incrementa su eficiencia en la ejecución pese a tener un monto récord en el presupuesto para obras: más de S/ 71,000 millones.
“De ese presupuesto, no se lograría ejecutar S/ 19,600 millones al cierre del año. Es una cifra altísima. Las municipalidades son las que menos han ejecutado: 59%, en promedio, de sus recursos, frente a más del 70% en las regiones, y paradójicamente son las que más recursos concentran del presupuesto nacional”, dijo.
Agregó: “Sin embargo, también en el Gobierno nacional hemos tenido, ya desde algún tiempo, alguna limitación para ejecutar más”.
En detalle, el Gobierno nacional, que básicamente son los ministerios, disminuyó en 1.3% su ejecución a noviembre, en comparación con la misma fecha de 2024.
“Esto se debe a una mala distribución de recursos. La Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN) hace tiempo que se quedó con casi ningún recurso y, sin embargo, ya tiene 98% de ejecución. Probablemente termine ejecutando todo, pero se queda un programa de inversión muy grande, de alrededor de S/ 3,000 millones que no se pudo entregar al ANIN. En cambio, por ejemplo, Provías, tanto nacional como descentralizado, apenas ha ejecutado el 76% del dinero que tenía, y naturalmente no va a ejecutar todo al cierre del año”, subrayó Valdivia.

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La huella en el empleo
Este diario le consultó al representante de Capeco si manejaba alguna estimación sobre los beneficios a nivel de empleo que se anulan en el sector a causa de las obras no ejecutadas, a lo que respondió: “Aproximadamente el 25% de esa inversión va a la mano de obra y a los recursos humanos en general”.
Tras un cálculo rápido, el monto destinado para dicha mención es de S/4,900 millones. “Habría que ver cuántos jornales en un año se pueden financiar con estos recursos”, adicionó.
En esa línea, si no se corrige este rumbo, el escenario que observa el gremio para la inversión en infraestructura en los próximos años no es alentadora.
“Frente a un aparato estatal en medio de un estrés fiscal, con el riesgo de que medidas populistas lo incrementen, y con las limitaciones estructurales que tiene la obra pública para desarrollarse, la inversión privada en infraestructura es fundamental”, expresó Valdivia.
Continuó: “No tenemos tanto dinero en el Estado para poder desarrollar todas las infraestructuras que están planeándose y, además, que necesita la ciudad. Se necesitan seis líneas de metro, siete líneas segregadas del Metropolitano, el tren de cercanías. [...] En cuanto a obras del interior, la Carretera Central, el tren Bioceánico”.
A diferencia de la obra pública tradicional, la inversión privada ha mostrado mayor capacidad de ejecución y predictibilidad, apuntó el experto.
“Sin inversión privada, esta cartera de inversiones no se puede financiar. Y peor aún, retirar inversión privada para destinar recursos públicos en su reemplazo es la peor de las soluciones”.

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Construcción: retos al 2026
Tras un año de recuperación, el sector construcción entra a una fase más exigente. Las proyecciones para 2026 anticipan un entorno favorable, pero con riesgos políticos y fiscales que podrían generar un ciclo de estancamiento.
Estos fueron los puntos que Valdivia consideró clave durante su exposición:
- El 2026 ofrece mayores dificultades para la actividad constructora y para la inversión.
- Existe incertidumbre por una elección presidencial y congresal con una dispersión de candidaturas, debilidad de los partidos y de sus propuestas.
- También hay dificultades para restaurar el equilibrio fiscal, por la proliferación de iniciativas populistas desde el Congreso de la República.
- A ello debe agregarse las expectativas de reelección en gobiernos regionales y locales
- Para mantener la perspectiva de crecer, la gestión del presidente José Jerí y la de las próximas autoridades deberán tomar medidas urgentes
- Recuperar la Vivienda de Interés Social (VIS), estimular inversión privada en infraestructura y servicios y reducir la criminalidad en el sector son los tres desafíos más urgentes.
Sobre lo último, acotó:
“Si no vinculamos planificación urbana y territorial con grandes proyectos para que la planificación urbana no siga a la invasión, vamos a replicar los errores del pasado, como por ejemplo hacer un ramal de la línea cuatro del Metro, que no llega al aeropuerto; o la Línea Amarilla, que debía unir la zona este con el aeropuerto, pero que se queda a un kilómetro y medio”.

Redactora de Economía en diario Gestión. Periodista piurana con seis años de experiencia profesional en el rubro.








