
El anuncio de reestructurar completamente Petroperú a través de un decreto de urgencia (DU) está próximo a concretarse. Es más, Gestión tuvo acceso al texto que se publicaría hoy en edición extraordinaria en normas legales. ¿Cuáles son los cambios clave?
Ayer 30 de diciembre, tal como adelantó el Ministerio de Economía (MEF), se puso sobre la mesa de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) la propuesta para el DU que cambiaría a la petrolera estatal tal como la conocemos ahora. La versión final se obtuvo tiene fecha de hoy en la madrugada.
La pieza clave es que se pretende autorizar, de manera excepcional y por razones de necesidad pública, “la reorganización patrimonial de los activos de Petroperú [...] los cuales pueden incluir a los activos tangibles e intangibles, licencias, permisos y contratos y entre otros. Estos bloques patrimoniales pueden incluir a la nueva refinería de Talara”.

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En específico se podrá “trabajar” con uno o más bloques patrimoniales. Por ejemplo, cada bloque integra activos tangibles (refinerías, terminales, plantas de venta, flota), activos intangibles (marcas, derechos de uso, Know how), licencias (concesiones de exploración, permisos ambientales), permisos (autorizaciones administrativas) y contratos (acuerdos comerciales, suministros).
“Esta amplitud de objetos patrimoniales permite crear bloques temáticos coherentes -por ejemplo, un bloque integrado por la Nueva Refinería de Talara y sus infraestructuras anexas; otro que agrupe las operaciones de distribución y retail; otro dedicado a la exploración y producción- cada uno capaz de constituir una unidad económica viable”, refiere la exposición de motivos del DU.
Aquí el rol de ProInversión será clave en las tareas de la reestructuración de la petrolera estatal.
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¿Quién se encargará de estos bloques patrimoniales?
El o los bloques patrimoniales, según corresponda, serán transferidos a uno o varios “Vehículos de Propósito Especial”, conocidos como SPV, cuya titularidad es de Petroperú.
¿Para qué sirven los SPV? En términos sencillos, podemos decir que es una empresa independiente creada por una empresa matriz (en este caso, Petroperú o el Estado) para cumplir un objetivo muy específico, por ejemplo, operar la refinería de Talara o gestionar un lote petrolero.

Su razón de ser es que los activos, las deudas y los riesgos de ese proyecto no se mezclen con el resto de la empresa.
Es importante entender cómo funcionan pues con ello Petroperú no pasa como tal a manos de privados, pero sí se daría una participación privada.
Se podría resumir así: la titularidad de los activos (la refinería, los tubos) siguen siendo de Petroperú, es decir, el dueño no cambia. Pero, para la gestión, se crea el SPV y se contrata a un operador privado especializado para que lo maneje. Con ello, se abre la posibilidad de que el privado ponga el capital o el “know-how” a cambio de una parte de las utilidades del proyecto, pero no se queda con la empresa.
Encargo integral a ProInversión
Hace unos días, cuando se conoció que el Gobierno alistaba este DU, analistas adelantaron su posición para subrayar que la reestructuración de la petrolera no debería estar en sus propias manos, sino en alguien más. Por ejemplo, para el expresidente del directorio de Petroperú, Carlos Paredes, la pieza relevante en la discusión era ProInversión. Al final, esto es lo que sucedió.

El DU que revisó Gestión precisa que Petroperú queda “incorporada” a los procedimientos de promoción de inversión privada bajo el Decreto Legislativo N° 674, Ley de Promoción de la Inversión Privada en las Empresas del Estado.
Esta incorporación normativa activa todos los mecanismos, controles y modalidades previstos en dicha ley. Es decir, procesos de promoción (venta de activos, OPA, etcétera), aprobación de planes de promoción, auditoría técnica y legal, evaluación de candidatos, así como la supervisión posterior de ejecutores privados.
Entonces, es aquí donde aparece otro de los ajustes relevantes: la modalidad específica de promoción -que puede variar entre venta de acciones, transferencia de activos en bloque, estructuras más complejas como fideicomisos, o hibridaciones- es determinada por ProInversión, por medio de la aprobación del Plan de Promoción correspondiente que incorpora la o las modalidades que se determinen.
El texto argumenta que se le ha dado el encargo a ProInversión por criterios de eficacia: “[la entidad] cuenta con un estatuto técnico, personal especializado en evaluación de proyectos, y procedimientos estandarizados que aseguran una reestructuración conforme a mejores prácticas de ingeniería financiera y de gobernanza”.

Cabe subrayar, y así lo hace notar la exposición de motivos del DU, que ProInversión “no es un mero intermediario, sino es quien lidera, en cada etapa, desde el diagnóstico de activos, pasando por el diseño de bloques, hasta la negociación y cierre de transacciones, que implica la toma las decisiones sustantivas”.
Para que todo esto camine de la mejor manera también se incorpora una figura: fideicomiso. ProInversión, a nombre de Petroperú, podrá celebrar acuerdos con la Corporación Financiera de Desarrollo (Cofide) u otras entidades autorizadas para que actúen como fiduciarios.
Cabe recordar que el fideicomiso es un mecanismo por el cual el fiduciario recibe en administración un patrimonio autónomo (los flujos de caja del bloque patrimonial) con la misión de destinarlo conforme a las instrucciones de la entidad promotora de la inversión.
Prioridades del destino de los recursos
¿A dónde se irá la plata? El DU también es claro en establecer lo que se conoce como régimen de prelación de pagos. Esto con el fin de garantizar la continuidad operativa de las unidades de negocio que determine ProInversión.
Prioridad 1: pagos de pasivos operativos críticos.
Prioridad 2: El pago de las obligaciones financieras de Petroperú.
Prioridad 3: Otros que se determinen durante el proceso.
Los pasivos operativos críticos para garantizar la operatividad contemplan la compra de crudo, insumos químicos, servicios básicos, entre otros.

Editora de Economía y coordinadora de ESG del diario Gestión. Licenciada en Ciencias de la Comunicación. Con casi 10 años de experiencia profesional en el rubro.








