
El ciclo de relajación monetaria continuaría el próximo año, particularmente, en Estados Unidos. Sin embargo, convergen varios factores que hacen prever que ello no sucedería en nuestro país, ¿por qué?
El escenario base de BBVA Research es que la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) recorte su tasa clave este mes. Con ello, se conseguiría un “balance” entre los objetivos de empleo y de inflación que persigue la autoridad monetaria de ese país, explicó Francisco Grippa, economista principal del banco. El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) no tiene un objetivo sobre el mercado laboral.
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“Para el próximo año, tenemos, sobre todo en el segundo semestre, dos recortes adicionales (de 25 puntos básicos en cada oportunidad), cerrando (en el 2026) en 3.25% (desde el actual nivel de 3.75%-4%), y esa sería la tasa terminal (de la Fed), el nivel en el que mantendría hacia adelante”, señaló el economista.

“Eso va a seguir reduciendo el costo de financiamiento para Perú”, agregó.
Sin embargo, el BCRP no seguiría esa misma línea, según Grippa.
“Pensamos que ese nivel (el actual 4.25%) es consistente con el panorama que vemos por el lado de los precios y también con una actividad económica que se ubica alrededor de su nivel potencial”, afirmó.
El analista aseguró que no sería necesario un recorte adicional principalmente por dos razones. La primera es que la inflación tendería a subir, pues actualmente “está en 1.4% (en el acumulado de los últimos 12 meses) por temas transitorios”
Además, la demanda interna “está avanzando bastante bien” y va a ser incluso más impulsada por la octava liberación de los fondos previsionales, dijo.
“No hay necesidad de un estímulo monetario adicional (por parte del BCRP) como lo estamos viendo”, aseveró.

Efecto en los créditos
Un recorte de la tasa de interés de referencia por parte del BCRP suele tener un efecto, en algunas semanas o en un periodo de hasta un mes y medio, en el costo de los créditos en soles, y particularmente en el segmento corporativo o de gran empresa, sostuvo Arturo García, docente de finanzas de Esan.
En los otros sectores (como mypes, consumo o tarjetas de crédito), según el economista, más bien entra a tallar principalmente como variable la calidad de la cartera, es decir, la morosidad, y la política monetaria se refleja de forma “mínima”.
Sin embargo, en préstamos personales como los de libre disponibilidad, que pueden tener tasas de interés más moderadas, los recortes que aplica el BCRP pueden influir de forma más notoria.
En otros préstamos como vehiculares e hipotecarios, que son de mayor plazo, la baja de la tasa clave se transmite en un periodo de seis a doce meses aproximadamente, por lo que los descensos del instituto emisor establecidos este año podrían sentirse en el 2026 en esos segmentos.
Con respecto al recorte de diciembre esperado por parte de la Fed, García estima que tendría un impacto alrededor de enero del 2026 en los préstamos en moneda extranjera.
“Sí, se vería el efecto (de un recorte de la tasa de la Fed), y es más rápido porque (también) es en el segmento corporativo”, añadió.
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Economista con trayectoria en periodismo y medios digitales.








