
El coronel de armas de la Policía Nacional del Perú, Víctor Alfredo Revoredo Farfán, fue ascendido de manera excepcional al grado de general por la causal de acción distinguida.
La medida fue oficializada mediante resolución suprema publicada en el boletín de normas legales, reconociendo su trayectoria en operaciones contra la criminalidad organizada.
El documento establece que la Secretaría Ejecutiva de la Policía Nacional deberá ejecutar las acciones correspondientes para hacer efectivo el ascenso. Esta decisión fue adoptada por el gobierno del presidente José Jerí, en mérito a los antecedentes operativos y resultados obtenidos por el ahora general Revoredo.
LEA TAMBIÉN: Comandante general de la PNP niega filtración en búsqueda de Ciro Castillo
Ascenso y antecedentes operativos
La causal de acción distinguida aplicada al ascenso de Revoredo responde a su desempeño en operativos de alto riesgo que han implicado enfrentamientos directos con organizaciones criminales. Entre ellas, destacan intervenciones contra el grupo extranjero El Tren de Aragua, así como su rol en casos vinculados a Wanda del Valle y otras facciones delictivas.
Según se informó, Revoredo ha enfrentado amenazas directas contra su vida, incluidas recompensas ofrecidas por organizaciones criminales.
Durante su carrera, ha sido blanco de inteligencia delictiva debido a su liderazgo operativo en zonas como La Libertad y otras regiones donde se ha desplegado el accionar de bandas organizadas.
LEA TAMBIÉN: Congreso: modifican impuestos para otorgar beneficios a fondos de vivienda de PNP
Creación de la Divinex y su impacto en Lima y regiones
Actualmente, el general Víctor Revoredo lidera la recientemente creada División de Investigación de Extorsiones (Divinex), unidad especializada dentro de la PNP enfocada en enfrentar el delito de extorsión, cuya incidencia ha crecido significativamente en el país. Revoredo asumió el mando de esta división hace menos de dos meses.

Durante este breve periodo, la Divinex ha logrado desarticular 16 bandas criminales que operaban principalmente en Lima Metropolitana, aunque también se ha reportado actividad en diversas regiones.
Entre las organizaciones intervenidas se encuentran “Los injertos del Rímac”, “Los elegantes de Chorrillos”, “La batería del loco Randy”, “Los alaracos de San Martín”, “Los feroces”, entre otras.








