
Con 22 años desarrollando proyectos inmobiliarios en Lima, Soho Inmobiliaria proyecta un 2026 centrado en el crecimiento de su portafolio boutique en Miraflores. La compañía continuará la comercialización de Living Soho, lanzado en 2025, y en el primer trimestre del próximo año presentará un nuevo edificio de oficinas boutique y back stores, diseñado para adaptarse a las nuevas dinámicas de trabajo y movilidad urbana. La inversión total para este plan asciende a S/ 100 millones, monto con el que la compañía espera sostener una trayectoria de crecimiento sólido y alineado a la evolución del distrito. ¿Cómo estrategia impulsará esta etapa de crecimiento?
Miraflores se mantiene como el pilar de la estrategia de crecimiento de Soho Inmobiliaria, con una apuesta clara por el desarrollo de proyectos boutique. En este contexto, la compañía identifica una demanda cada vez más orientada a propuestas con diseño diferenciado, eficiencia operativa, criterios de sostenibilidad y el respaldo de una marca con trayectoria. “Todo lo que diseñamos tiene como foco la escala boutique, porque eso nos genera cercanía al usuario y al proyecto”, señala Jorge Fernández, CEO de la desarrolladora.
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Planes 2026: inversión y proyectos en ventas
En 2026, Soho Inmobiliaria impulsará la comercialización de dos proyectos en Miraflores, como parte de una estrategia que busca consolidar su portafolio boutique en Lima Top. El primero es Living Soho, desarrollo residencial lanzado en 2025, que continuará en fase de ventas durante el próximo año. Se trata de un edificio de vivienda boutique valorizado en aprox. S/ 35 millones y compuesto por 37 departamentos. A este se suma un nuevo edificio de oficinas boutique y back stores, cuyo lanzamiento está previsto para el primer trimestre del 2026. Se trata de un formato que, según explica Jorge Fernández, no es nuevo para la compañía.
La desarrolladora fue pionera en introducir el concepto de oficinas boutique en Lima y el proyecto que lanzará el próximo año retoma esa experiencia, pero con una lectura actualizada de las nuevas dinámicas laborales y logísticas. El edificio combinará oficinas boutique y back stores —con metrajes aún en definición— y estará orientado a empresas que demandan espacios flexibles, eficientes y altamente conectados. “Será un proyecto flexible, con unidades que puedan evolucionar junto con el usuario y mantener su valor en el tiempo”, afirma Jorge Fernández.
El diseño priorizará un bajo impacto urbano, la integración con su entorno inmediato y soluciones alineadas a la transformación del trabajo híbrido y la movilidad urbana, factores que están redefiniendo distritos como Miraflores. “Será un proyecto que dialoga con la ciudad y con la forma en que hoy se usan los espacios laborales”, dice el ejecutivo.
Para respaldar este plan, la compañía estima una inversión total de S/ 100 millones en 2026, con la meta de colocar entre 110 y 120 unidades y alcanzar una facturación de alrededor de S/ 70 millones. Fernández sostiene que la especialización y la lectura del mercado serán claves para sostener el crecimiento: “Hoy el usuario no quiere encasillarse en un uso fijo; quiere alternativas para poner en valor permanentemente su propiedad”.
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Los ejes centrales de Soho: Miraflores y proyectos boutique
Soho Inmobiliaria mantiene a Miraflores como el eje central de su estrategia porque concentra las condiciones que hoy valora el comprador inmobiliario: conectividad, servicios cercanos y calidad urbana. Jorge Fernández, CEO de la compañía, señala que el distrito permite desarrollar proyectos alineados a las nuevas formas de habitar la ciudad, donde la movilidad, la cercanía y la flexibilidad son determinantes. “Miraflores sigue siendo el distrito más completo de Lima Top, por su equilibrio entre conectividad, oferta cultural, gastronómica y calidad urbana”, afirma. Esta combinación, agrega, explica por qué la demanda se mantiene sólida incluso en escenarios económicos retadores.
La elección de proyectos boutique responde a una lectura estratégica del mercado y del perfil del nuevo consumidor. Soho prioriza desarrollos de escala controlada, con un diseño cuidado y mayor cercanía con el usuario, frente a proyectos masivos. “Todo lo que diseñamos tiene como foco la escala boutique, porque eso nos genera cercanía al usuario y al proyecto”, subraya Fernández. Este formato permite ofrecer flexibilidad de uso, eficiencia en las distribuciones y una mejor experiencia de marca, además de facilitar la revalorización del activo en el tiempo, un factor clave para compradores e inversionistas que buscan seguridad y valor de largo plazo.
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Nuevas tendencias que se imponen: formatos híbridos y sostenibles
Entre las tendencias que están marcando el nuevo ciclo inmobiliario, Jorge Fernández destaca tres pilares: flexibilidad, sostenibilidad y eficiencia. Los proyectos ya no pueden estar diseñados para un único uso o una única etapa de la vida del comprador. Los espacios deben poder transformarse —de vivienda a estudio, de dormitorio a home office— y acompañar los cambios del usuario sin perder funcionalidad. Esto ha impulsado el desarrollo de formatos híbridos, que integran vivienda, trabajo, comercio y ocio en un mismo edificio o entorno cercano. “Hoy día vamos a encontrar mucha mezcla de usos. Tratamos de desarrollar proyectos siempre flexibles, donde el usuario no tenga que encasillarse a un uso de hoy”, asegura el CEO de Soho.
La sostenibilidad también ha ganado peso en la decisión de compra, sobre todo entre los consumidores más jóvenes, conscientes del impacto ambiental y de la necesidad de espacios más saludables. Esto incluye eficiencia energética, sistemas que reduzcan el consumo de agua y una mejor gestión de residuos. Sin embargo, el ejecutivo advierte que las normativas no siempre acompañan esta evolución: en Miraflores se derogó una ordenanza que incentivaba edificios más sostenibles, lo que representa un retroceso en un momento en que el mercado ya exige estos atributos. Para Fernández, el desafío está en que el diseño y la regulación no frenen, sino que habiliten la forma en que las personas quieren vivir hoy.
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Nuevo perfil del comprador
El perfil del comprador ha experimentado un giro clave en los últimos años. Ya no se trata solo de un segmento etario, aunque predomina una audiencia “casi millennial”, sino de una nueva manera de consumir el espacio inmobiliario. Según Jorge Fernández, hoy la demanda avanza más rápido que la normativa municipal: “Nuestras normas están atrasadas respecto a lo que la gente necesita para vivir o trabajar”. Los usuarios buscan ubicaciones con alta conectividad, acceso a servicios cercanos y alternativas de micromovilidad, alineadas al concepto de ciudad donde todo esté a 15 minutos a pie o en bicicleta, particularmente importante en contextos como Lima, donde el transporte público “es bastante deficiente”.
Esa nueva generación es también más informada y más estratégica en sus decisiones de compra. Los millennials —quienes demoran más en adquirir una primera propiedad— utilizan el activo inmobiliario como una herramienta financiera para escalar en el tiempo. “Son capaces de comprar un departamento para usarlo como un aval, como un respaldo para ir a un escalón superior”, precisa el ejecutivo. Esa búsqueda se complementa con exigencias de flexibilidad interna de los espacios, eficiencia en el diseño y mayor conciencia ambiental, que incluye gestión de residuos y criterios de sostenibilidad. En palabras de Fernández, el comprador actual “quiere espacios que puedan adaptarse a sus distintas etapas” y que mantengan su valor incluso frente a escenarios económicos retadores.
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Periodista. Escribo para la sección negocios en el diario Gestión de El Comercio. Bachiller por la Universidad Jaime Bausate y Meza.








