(G de Gestión) La dieta basada en plantas (plant-based en inglés) tiene cada vez más seguidores. Aunque su enfoque es el consumo de alimentos de origen vegetal, no se confunda, pues no es igual al vegetarianismo ni al veganismo. Estas son algunas de sus diferencias: la dieta plant-based permite cierta flexibilidad para consumir productos de origen animal en pequeñas cantidades, pero está centrada en escoger vegetales en su forma natural, con el objetivo de lograr el bienestar personal, sin dejar de lado su contribución al medio ambiente; mientras que una dieta vegetariana excluye las carnes, aunque puede incluir productos como huevos, miel o lácteos, según sea la preferencia de quien la practica.
La cantidad de personas que optan por este tipo de dietas sigue creciendo, incluyendo a quienes tienen restricciones alimentarias como la intolerancia a los lácteos o al gluten, por ejemplo. Esto ha originado toda una revolución que alcanza incluso los restaurantes tradicionales, que ahora brindan opciones veganas o pastas sin gluten debido a la demanda.
Más allá de todo ello, desde un punto de vista gastronómico, es necesario resaltar que esta tendencia ha dado pie a nuevas propuestas que se abocan a explorar sabores del mundo vegetal, con fantásticos resultados. Aquí les presentamos opciones desarrolladas con mucha creatividad y sabor.
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Gusto creciente
Sus perros rescatados, Susy y Chomsky, descansan en un rincón del apacible espacio que ocupa Gusto Creciente. Los colores neutros y las formas redondeadas nos invitan a conectar con la cocina natural de Cristina Benavides. “Mi propuesta no es solo para los veganos, lo plant-based puede ser algo menos pesado e igual de sabroso”, afirma. La mayoría de sus visitantes vienen a probar los sabores que amalgama en su cocina y en su laboratorio. Allí se empieza de cero, desde la fermentación de los ajíes para hacer su propio tabasco o con los encurtidos que usa para dar sabor a sus preparaciones. Entre sus platos más pedidos están el Meloso amazónico, hecho con arroz integral, mishkina, verduras, chalotes encurtidos, setas y ají charapita; el Curry de la casa, con vegetales y tofu crocante, y su Panacotta, de copoazú con leche de coco y compota de frutos rojos. También tienen una interesante carta de cocteles de autor y una sección para los “perrihijos”.
Dirección: Av. La Mar 1263, sótano 1, Miraflores
Limaná
Nació con una misión: inspirar a las personas a comer de manera saludable, consciente y natural, pero sin dejar de lado el sabor. Sus ingredientes son orgánicos, sin químicos ni pesticidas. Además, producen sus propios vegetales o los adquieren directamente de los agricultores. No excluyen la proteína animal, pero dan protagonismo a los llamados superfoods peruanos. Destacan en su carta el Carpaccio de corvina, con leche de almendras y uvas verdes; y el Rissotto de hongos, con portobellos, champiñones y shitake, así como sus Garbanzos thai y sus Tortellini sin gluten en salsa de pimientos. Cuenta con una sección de panadería y pastelería que ofrece quiches y postres a toda hora.
Dirección: Av. Augusto Pérez Araníbar 2011, San Isidro
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La Verde
Mariella Matos y Henry Vera son pioneros en la alimentación vegana y gourmet. Luego de participar por 20 años en la bioferia de Miraflores con un famoso stand, abrieron una propuesta más refinada, a la que bautizaron AlmaZen. Hoy, con un espacio más relajado, nos presentan La Verde, donde se pueden encontrar sabores más caseros, desde reconfortantes cremas de verduras, panes, empanadas, fugazzas y ensaladas hasta deliciosos postres, como el Carrot cake, el Snickers vegano y el Banoffee: una tarta de plátanos con crema batida y caramelo que Mariella sirve en tacitas de chocolate.
Dirección: Calle Recavarren 315, Miraflores
Asianica
Ruei Tang nació en una familia vegetariana. De papá chino y mamá coreana, los sabores orientales fueron una constante en su casa. Trabajó en diferentes cocinas con esa propuesta y aprendió variadas técnicas, gracias a libros y talleres. Durante la pandemia, comenzó con un emprendimiento de makis sin carne que pronto se convirtió en una dark kitchen y, luego, en su primer restaurante. En menos de tres años, Tang ya cuenta con tres locales bajo el mismo nombre, pero con conceptos diferentes. El original, con makis veganos y vegetarianos, niguiris y otros platos, como las Coliflores crispy con salsa BBQ y unas suculentas sopas ramen. Asianica Bistró ofrece pizzas hechas en un tradicional horno napolitano y pastas caseras. Y Asianica Street Food tiene una carta con platos de inspiración peruana, como la papa rellena de carne de soya y verduras, los anticuchos de seitán, o el tamalito de quinua montado con carne de soya y revuelto de tofu.
Direcciones: Asianica: Av. Petit Thouars 5232, Miraflores / Asianica Bistró: Jr. Luis Sánchez Cerro 2162, Jesús María / Asianica Street Food: Av. La Paz 678, Miraflores
Casa Lola
Hace ocho años, Mali Giha regresó de España al Perú. Cuando creó su marca de granola, se dio cuenta de la gran demanda que existía por productos vegetarianos y veganos. En plena pandemia, alquiló un local en Barranco para usarlo como taller y allí, tímidamente, empezó a ofrecer cafés y sánguches. “En la zona solo hay bollerías y pastelerías tradicionales, no preparan comida sin gluten y usan azúcar refinada. Nos hemos convertido en el punto de referencia para las personas que llevan una dieta vegana o sin gluten”, comenta Giha. Casa Lola tiene opciones para todos, pero se caracteriza por sus alternativas sin carne, como la Tosta veggie, con hummus, zucchini, palta, tomate confitado y semillas. O sus Falafels, con zanahorias especiadas. No deje de probar el matcha, que es traído directamente desde Japón. Ahora su fundadora está concentrada en desarrollar postres bajos en azúcar, hechos con monk fruit, para extender su oferta.
Dirección: Jr. Domeyer 219, Barranco
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Estudió Administración de empresas en la U. de Piura. Cuenta con más de 10 años de experiencia en el mundo editorial, en los que ha escrito para medios como Revista G de Gestión, Gestión, El Comercio, Semana Económica, El Trinche, Revista Macondo (Barcelona), Cosas, Revista J, entre otros. Tiene una maestría de Escritura Creativa en la PUCP.