
La segunda planta de mayor almacenamiento de gas licuado de petróleo (GLP), Zeta Gas Andino, estará cerrada durante los próximos dos meses. Aunque no se advierte un desabastecimiento, la situación pone en cuestionamiento posibles variaciones de precios del combustible, tanto para vehículos como para balón de gas.
El Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería de Perú (Osinergmin) informó a Gestión que el terminal del Callao de Zeta Gas Andino dejará de despachar GLP entre el 22 de noviembre y el 15 de enero del 2026 como parte de un mantenimiento, que incluye la instalación de válvulas en sus seis tanques esféricos.
Según precisaron, el cierre será progresivo: El sábado aún se despachaba un porcentaje, el lunes se encargaría de despachar otro poco y el martes 25 de noviembre la planta se detendría totalmente.
Ante este panorama, el organismo aseguró que ya se están tomando las medidas de contención para evitar que se afecte el almacenamiento de combustible, pues los volúmenes desatendidos por Zeta Gas serán abastecidos por otras dos empresas.
“Apenas se tomó conocimiento de la próxima paralización de la planta de abastecimiento de GLP de Zeta Gas Andino, el Osinergmin ha coordinado con las plantas de abastecimiento de GLP de Pluspetrol (Pisco) y Solgas para el abastecimiento de la demanda que no podrá ser atendida desde Zeta Gas Andino. Estas últimas instalaciones cuentan con una capacidad de almacenamiento y despacho suficiente para abastecer el mercado nacional”, indicaron.
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Cabe indicar que, de acuerdo con un reporte de la misma empresa, la planta de Zeta Gas tiene una capacidad de almacenamiento de 12,000 toneladas de GLP, solo por detrás del terminal de Solgas, que puede concentrar hasta 16,600 toneladas.
Entonces, ¿cómo se configurará el mercado durante esta pausa? Fuentes del sector explicaron que Zeta Gas mueve alrededor de 1,000 toneladas de GLP al día, por lo que con esta situación temporal la planta de Solgas en Lima tendrá que suministrar, de manera adicional, 300 a 400 toneladas para ayudar a cubrir la demanda.
Como Solgas no podría contribuir con las cerca de 600 toneladas diarias restantes porque su capacidad ya estaría al tope, la diferencia deberá ser cubierta por la planta de Pluspetrol, ubicada en Pisco.
De este modo, afirman que no habría un desabastecimiento, pero sí advierten que podrían representar un desafío logístico pues no solo Lima se abastece de esas plantas.
Las fuentes del sector explicaron que, desde hace varios meses, no se cuenta con el suministro de GLP de parte de Petroperú, pues la Refinería de Talara no está produciendo el combustible. Por ello, los transportistas del norte han estado trasladándose hasta el Callao para abastecerse, pero ahora tendrían que dirigirse hacia Pisco. Al extender su ruta, se aumentan los gastos de transporte, que terminarían trasladándose a los precios que asumen los consumidores.
“Lo que va a ocurrir va a ser probablemente colas en la carretera, y para los camiones, que al no surtirse en el Callao y tienen que bajar hasta Pisco, el flete incrementa. Pueden haber empresas que quieran absorber ese costo y otras que sí van a trasladar todo el costo”, indicaron.
Este aumento de flete sería diferente para cada transportista dependiendo del punto de origen, pues no es la misma distancia para los que se trasladan a Pisco desde Lima que desde el norte.
Por ahora, se esperaría que un eventual impacto en el público, como un aumento de precios, podría sentirse en un plazo de una a dos semanas desde el inicio del mantenimiento.
Al cierre de esta nota, según el portal Facilito del Osinergmin, el galón de GLP vehicular marcaba un precio de entre S/ 5.03 y S/ 9.39 en Lima, mientras el balón de gas de 10 kilos registraba un costo de hasta S/ 69, dependiendo del distrito.

Envasadoras de balón de gas preocupadas
Abel Camasca, presidente de la Asociación de Plantas Envasadoras de Gas (ASEEG), cuestionó que el mantenimiento se haya programado para una fecha de alto consumo.
“Va a afectar a las plantas envasadoras de GLP nacionales que tendrán que ir hasta Pisco para surtirse. En el periodo de fin de año (Navidad y Año Nuevo) se incrementa la demanda de GLP hasta un 50% más y cae abruptamente en enero y febrero. Hubiera sido mejor programarlo para estas fechas de verano”, comentó.
Camasca consideró que tampoco se habría tomado en cuenta que durante las fechas de diciembre se incrementa la frecuencia de mareas anómalas, que impiden el desembarco de GLP por buque a Lima.
En ese sentido, el representante de la ASEEG añadió que, ante un aviso de escasez del combustible, se puede originar una especulación de precios, afectando a los consumidores, pues el GLP es el segundo combustible más usado en el Perú.
¿Hay riesgo si se produce un oleaje anómalo?
Si bien con las condiciones actuales no se prevé un desabastecimiento, la capacidad de suministro estará ajustada, quedando una incertidumbre ante imprevistos como posibles oleajes anómalos.
Regularmente cuando ocurren oleajes anómalos -durante los cuales no se pueden descargar los buques con combustible- se permite usar la reserva de GLP. Sin embargo, existe un déficit en la infraestructura de almacenamiento, precisó Erick García, experto en energía hidrocarburos y exdirector general de Hidrocarburos del Ministerio de Energía y Minas (Minem).

Aunque la normativa exige que el país mantenga existencias de GLP mínimas para cinco días en caso de emergencias, actualmente, se tiene inventario para solo unos tres días. De hecho, el objetivo ideal de seguridad energética es alcanzar un stock para quince días.
“Vamos a estar ajustados y un poco más vulnerables a los efectos de la naturaleza. Va a depender mucho de si se produce un oleaje anómalo que dura mucho tiempo. El problema va a estar relacionado a las existencias, que están aproximadamente en tres días. Si el oleaje dura cuatro puedes tener un riesgo de desabastecimiento”, explicó.
En esta coyuntura, indicó, lo más más adecuado será un monitoreo permanente y una rápida liberación de existencias en caso de emergencias.
“Se tiene que monitorear con Osinergmin, dar facilidades de despacho de las cisternas, coordinar bien el levantamiento de las existencias mínimas si es que se requiere. A veces pasa que hay un oleaje anómalo y la decisión para la liberación de existencias se demora o se piden muchos requisitos”, añadió.
Por su lado, desde Osinergmin indicaron que mantendrán un monitoreo permanente de los inventarios de GLP en las plantas de abastecimiento de Pluspetrol y Solgas.
Además, afirmaron que han establecido alertas tempranas para identificar cualquier riesgo de desabastecimiento y la información sobre los inventarios será comunicada al Minem, que podrá tomar acciones de excepción para garantizar la continuidad del abastecimiento de GLP a nivel nacional.

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de San Martín de Porres con experiencia en radio, tv, redes sociales y medios impresos. Escribo y hablo sobre economía y finanzas desde el 2020.








