Cuando hablamos del sello gastronómico de Francesca Ferreyros, inmediatamente, viene a nuestra mente la propuesta oriental que ha venido desarrollando la chef a lo largo de su carrera. Sin embargo, Frina tiene un nuevo concepto. Para quienes la conocen desde Baan (el restaurante inspirado en sabores asiáticos que tuvo hasta el año pasado en San Isidro), el concepto de Frina no les resultará lejano, pero sí sorprenderá sus paladares.
Con un concepto de mesa compartida, la propuesta de Ferreyros busca conectar a las personas a través de los sabores de su carta, que está inspirada tanto en sus viajes como en sus experiencias de vida.
“Siento que este concepto te permite, no solamente el poder probar diferentes cosas, sino también conectar más con la gente con la que estás sentada, ya sea en en que están hablando de los sabores que están probando en la comida o simplemente es el acto de compartir. Para mí es algo que es súper importante, aunque no sea lo más popular. Servimos platos que en su mayoría se pueden compartir entre dos personas, pero al final es el cliente el que elige”, explicó.
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El viaje de Francesca a través de la cocina
Frina nace en la época escolar de Francesca, cuando sus amigas del colegio, recuerda, le pusieron ese apodo de cariño. Entonces, cuando tuvo que desarrollar un concepto gastronómico, decidió dar un paso más allá de la comida asiática. Esta vez, la chef quería desprenderse de sus memorias a través de la cocina.
“Tenemos un curry tailandés con unas croquetas atamaladas de choclo, pero con un relleno de carne con sabores tailandeses. Además, servimos mollejas con una salsa amazónica de tucupí pero acompañadas con un puré de zanahoria especiado que te lleva más a la India. Entonces es un juego de sabores que me relata en diferentes culturas”, detalló Ferreyros.
La carta de Frina está pensada tanto para el público local como el extranjero, y eventualmente podría haber también un menú degustación. El proyecto del restaurante trabajando hace más de un año, con la premisa de Francesca de ofrecer una versión de comida confortable que tenga también una cuota rompedora, con técnica marcada y mucha vanguardia.
“Otro de los platos representativos que tenemos es el massaman: asado de tira, ají amarillo y unas croquetas de choclo muy buenas dan como resultado un plato potente. También servimos el tartar de pesca del día, que se combina con una fresca salsa de cítricos amazónicos y unas crujientes tortitas de plátano bellaco”, apuntó.
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El espacio
Si bien forma parte del hotel Double Tree by Hilton San Isidro, el local es independiente, pensado en atender al público externo al hotel. Por eso, el ingreso es por el Strip Mall del Boulevard El Bosque.
El espacio de Frina tiene techos altos, las plantas colgantes y espejos. La iluminación es indirecta, casi penumbra, y la música muy presente para crear un ambiente alegre, relajado, estimulante. En las noches, las luces de las lámparas iluminan levemente, manteniendo el ambiente de intimidad.
Luego de viajar por el mundo y cocinar en reconocidos restaurantes como El Celler de Can Roca o el tailandés Gaggan, su primera apuesta fue Baan. Ahora, la chef busca dar a conocer su lado más íntimo con Frina.
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