
La demanda en el mercado de los metales preciosos mantiene al alza no solo al oro sino también a la plata, que vienen repuntando desde inicios de septiembre, reportó el Departamento de Estudios Económicos de Scotiabank.
Recientemente la plata superó los US$ 42 por onza, su nivel más alto en 14 años, mientras que el oro superó los US$ 3,700 por onza, acumulando un alza de más de 40% en lo que va del año.
El oro aumentó por las compras de los bancos centrales, la depreciación del dólar y el aumento de demanda por activos refugio en medio de conflictos geopolíticos y comerciales.
“El conflicto actual entre la Reserva Federal y la administración Donald Trump reimpulsa el rally del oro y arrastrar al alza a la plata. Las tensiones políticas aumentan las expectativas de una respuesta sobredimensionada de la Fed ante datos macroeconómicos decepcionantes y, como consecuencia, podríamos ver un ciclo de flexibilización de tasas más amplio de lo esperado”, reportaron.
Pero, ¿qué pasó con la plata y qué podríamos esperar en los próximos meses? El Departamento de Estudios Económicos de Scotiabank precisó que el impulso responde principalmente a fundamentos de mercado.
Desde 2019, la demanda de plata ha superado sostenidamente a la oferta, lo que ha reducido los inventarios en bolsas y refinerías. Además, con la transición energética, el uso de la plata en la fabricación de paneles solares ha crecido en los últimos años.
El análisis de Scotiabank indica que, aunque la plata también es un metal precioso, cotiza muy por debajo del oro debido a su rol industrial. Esto la hace más sensible a los ciclos macroeconómicos y a la inflación, además de que gran parte de su producción proviene como subproducto de otros metales, lo que limita la respuesta de la oferta.
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El banco proyecta que el siguiente objetivo de la plata está en alcanzar una cotización de US$ 46 por onza. Las correcciones de corto plazo serían necesarias para sostener la tendencia alcista, por lo que se espería niveles de soporte hacia la baja de US$ 41.5 y US$ 40.
En cuanto al oro, su siguiente nivel objetivo será de US$ 3,800 por onza, tras un contexto de recortes de tasas de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed). Luego se esperaría que incluso llegue a la barrera de los US$ 4,000 por onza.
“En un escenario muy alcista, los precios del oro podrían alcanzar los US$ 4,800 por onza el próximo año. Por otro lado, un retroceso o una consolidación en el corto plazo sería saludable para sostener la tendencia alcista. Hacia la baja, el primer nivel de soporte son los US$ 3,650 y luego los US$ 3,550”, indicó el reporte.
Los fundamentos actuales y las condiciones técnicas favorecen este escenario, por lo que podríamos cerrar el 2025 con precios de los metales preciosos mayores a los de ahora. A mediano y largo plazo, estiman, los avances en la transición energética será un factor alcista para la plata.








