
La temporada de verano no solo trae altas temperaturas y mayor afluencia a playas y piscinas, sino también un aumento de riesgos para la salud ocular.
El Seguro Social de Salud (EsSalud) alertó que la exposición a la radiación solar sin protección adecuada puede generar daños en los ojos, algunos de ellos irreversibles.
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La institución explicó que durante estos meses los ojos están expuestos no solo al sol, sino también a agentes externos como el agua salada del mar y el cloro de las piscinas, factores que incrementan la probabilidad de irritación y lesiones oculares.
El doctor Javier Cáceres, jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Nacional Edgardo Rebagliati, señaló que la falta de protección visual es uno de los principales errores durante el verano.
“No se trata únicamente de largas exposiciones. Incluso lapsos breves sin lentes adecuados pueden afectar la salud ocular”, indicó.
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Uno de los puntos críticos, según EsSalud, es la elección de lentes de sol. Cáceres aclaró que el color oscuro no garantiza protección.
“Los lentes deben ofrecer bloqueo total contra los rayos ultravioleta, es decir, contar con certificación UV 400 o 100% de protección. De lo contrario, la radiación solar puede dañar directamente el ojo”, advirtió, como parte de su campaña preventiva “¡EsSalud te protege! Vive este verano con energía y salud”.
Asimismo, recomendó adquirir estos productos en establecimientos especializados y verificar que no distorsionen la visión.
“Si al mirar a lo lejos la imagen se ve deformada, el lente no es seguro”, precisó. En el caso de personas que usan medida, sugirió optar por lentes fotocromáticos o de sol con graduación y protección UV.
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El especialista también alertó sobre las consecuencias de la exposición prolongada al sol sin protección. A corto plazo, puede presentarse enrojecimiento, ardor e irritación ocular; mientras que, a largo plazo, la radiación ultravioleta puede generar estrés oxidativo, asociado al desarrollo de cataratas y degeneración macular.
Durante el verano, estas molestias suelen intensificarse por el uso constante de pantallas, ventiladores y aire acondicionado, lo que favorece el síndrome visual informático. Para reducir los síntomas, se recomienda el uso de lágrimas artificiales y aplicar la regla 20-20-20: cada 20 minutos, descansar la vista durante 20 segundos mirando a una distancia aproximada de 20 metros.
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En cuanto al uso de lentes de contacto, el doctor Cáceres advirtió que su empleo en playas, piscinas o aguas termales incrementa el riesgo de infecciones oculares, por lo que aconsejó evitarlos en estos entornos. En el caso de los niños, remarcó la importancia de la prevención desde edades tempranas, con el uso de gorros y lentes protectores, además de verificar que el agua de las piscinas esté correctamente tratada.
EsSalud recordó que ante cualquier molestia ocular persistente se debe acudir a una consulta oftalmológica, y que los síntomas intensos -como dolor, secreciones o enrojecimiento severo- requieren atención inmediata. Proteger los ojos durante el verano, enfatizó la institución, es una medida clave para preservar la visión a largo plazo.








