
Tras una presunta emboscada del Estado Islámico (ISIS) en Siria, que devino en la muerte de dos soldados estadounidenses, Washington atacó este viernes varios objetivos en Siria a modo de represalia.
Pete Hegseth, secretario de Defensa, indicó que la ofensiva “no es el inicio de una guerra”, sino, “una declaración de venganza”.
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Vale acotar que el último 13 de diciembre dos efectivos militares norteamericanos y un intérprete civil perdieron la vida; y tras ello, emprendieron 10 operaciones en las que se obtuvo información de dispositivos electrónicos que permitieron identificar a los objetivos —según Hegseth—.
La operación, denominada Hawkeye en honor a los dos militares desaparecidos, que eran oriundos de Iowa, alcanzó objetivos de ISIS como bases y depósitos de armas en Siria.
En desarrollo. Con información de CNN y EFE.








