
Quienes este año tuvieron la suerte de encontrar artículos de diseñador bajo el árbol de Navidad se esforzarán, en su mayoría, por mantenerlos en perfectas condiciones. Sin embargo, un género cada vez más popular de videos en internet se dedica a destrozarlos. Creadores como “Tanner Leatherstein” y “Fabricateurialist” muestran a su público que incluso la gama más cara de ropa y accesorios está plagada de tapones para tacones flojos y costuras de mala calidad.
Las críticas más populares por mucho —y las que más preocupan a las marcas de lujo— se refieren a sus bolsos de precios extravagantes. Un video en el que se ve cómo se derrite el tinte de un bolso de US$ 2,000 de Goyard, fabricante de artículos de cuero de lujo, recibió 3.2 millones de visitas este año.
En un subgénero muy visto en TikTok, la aplicación de videos cortos, los fabricantes chinos afirman (normalmente de forma incorrecta) que varios bolsos de lujo se fabrican en su país por centavos de dólar. Las quejas sobre los bolsos son especialmente preocupantes para las empresas de lujo porque han sido fundamentales para su éxito. A menudo son el producto más conocido —y más costoso— de una marca.
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Según la consultora Bain, estos artículos de cuero representaron entre el 25-30% de la expansión del mercado mundial de artículos de lujo entre 2019 y 2023, un periodo de crecimiento vertiginoso durante el cual las ventas totales del sector pasaron de 284,000 millones de euros a 369,000 millones de euros (US$ 434,000 millones).
Últimamente, sin embargo, el negocio de los bolsos ha sufrido un duro golpe. En parte es consecuencia de la presión sobre los bolsillos de la clase media. También refleja cambios en las preferencias de los consumidores. Algunos compradores adinerados dan prioridad a experiencias placenteras frente a los artículos de diseñador, cada vez más comunes en los últimos años.
LVMH, el coloso del sector, ofrece ahora a sus clientes más adinerados la posibilidad de dormir en el estudio original de Christian Dior. Sin embargo, la caída del gasto en bolsos de lujo ha sido especialmente pronunciada, a pesar de que categorías como la belleza y la joyería han seguido creciendo.
Bain calcula que el descenso de las ventas de artículos de cuero representa tres quintas partes de la reducción del gasto total en artículos de lujo desde 2023, hasta alcanzar los 358,000 millones de euros estimados para este año.
Las marcas de lujo, que subieron los precios de sus bolsos durante el auge del gasto tras la pandemia, han sido objeto de un mayor escrutinio por su calidad. Los compradores que busquen el bolso de lona Speedy 30 de Louis Vuitton tendrán que pagar más del doble de lo que habrían pagado en 2019.
El precio típico de un bolso de lujo ha subido de entre ocho y 12 veces el costo de producción a aproximadamente 15 veces, explicó Luca Solca de Bernstein, un corredor de bolsa. Una serie de investigaciones del gobierno italiano sobre las condiciones de explotación en la cadena de suministro del país para la moda de lujo tampoco han ayudado a la reputación de la industria.
Mientras tanto, los amantes de los bolsos de lujo tienen más alternativas. Los mercados en línea de artículos de lujo de segunda mano crecen con rapidez. Vestiaire Collective, una de estas plataformas, afirma que los bolsos son su categoría más vendida, con más de dos quintas partes del valor de las compras.
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Las imitaciones de calidad decente conocidas como “superfakes” también han atraído a los que alguna vez fueron clientes del sector de los artículos de lujo. La industria del lujo no abandonará fácilmente la vaca lechera que representa el bolso de piel de vaca.
Casi todas las grandes marcas europeas han nombrado este año a un nuevo diseñador, y esperan que los bolsos que lleguen a las tiendas en 2026 reaviven el interés de los compradores hastiados.
Marcas como Chanel y Prada se han esforzado por solucionar los problemas de calidad adquiriendo participaciones en fabricantes de cuero y reforzando la supervisión de la producción.
Hermès ha evitado los problemas de calidad, pues encarga a un solo artesano la producción de principio a fin de sus bolsos más caros, incluido el Birkin. Sus ventas de artículos de piel aumentaron un 13% interanual en el trimestre de julio a septiembre. Parece que la artesanía sigue siendo rentable.









