
El verano 2026 trae nuevas exigencias para la industria hotelera. Los viajeros están más enfocados en las experiencias del paquete turístico que el lugar de destino per sé. Eso ha motivado que la oferta turística en Ica, Cusco y Lima moldeen su oferta para la temporada alta.
Cabe indicar que el 35% de los turistas que visita el Perú se aloja en hoteles de cuatro y cinco estrellas y gastan, en promedio, US$ 1,518 por persona. De hecho, durante el 2025, la tasa de ocupación en estos establecimientos creció 2 puntos porcentuales entre enero y agosto, según datos de Promperú .
Los principales destinos para el Año Nuevo 2026 y la temporada de verano son:
- Paracas (Ica) y Vichayito (Piura) para los que buscan playa, clima cálido y fiesta
- Valle Sagrado y Cusco es de interés para los viajeros que buscan espiritualidad y actividades culturales.
- Colca (Arequipa) encaja como el destino idóneo para desconectarse de la rutina citadina “para reiniciar el año en calma” gracias a su paisaje y riqueza gastronómica.
- Lima figura como una opción altamente valorada por los viajeros que priorizan diseño, gastronomía y experiencias de alto nivel, según los hoteles Pullman, ibis y Novotel, del grupo Accor.
Destinos que cambian de rostro: playa, cultura y calma profunda
María Eugenia Valdelomar, gerente comercial de Aranwa Hotels, Resorts & Spas, señala que tanto los turistas locales como extranjeros priorizan vivencias que promuevan el bienestar, autenticidad y la conexión con la cultura del destino, por ejemplo, la gastronomía.

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Según Paola Carrizales, gerente comercial de Movil Bus, en la temporada de verano el norte chico cobra mayor protagonismo: en los últimos años, el flujo en estos trayectos ha crecido 30% desde 2023.
Las playas y gastronomía son las principales razones de viaje para el 61.8% y 53.3% de los viajeros —añade— y el 37.9% utiliza el bus interprovincial como medio principal de transporte. Entre los atractivos están: Barranca, las playas Chacra y Mar y La Isla en Huaral; El Paraíso, Hornillos y Centinela en Huaura y Caral.
Hoteles que mutan: bienestar, cultura y experiencias a la carta
Guilherme Marques, director of Revenue Management & Distribution de Accor Americas, señala a Gestión que para el verano se observa una clara evolución en los hábitos de consumo: el 48% de los viajeros de la Generación Z y Millennials prioriza la calidad de la experiencia en vez de “simplemente marcar un destino en su lista de pendientes” —según ibis—.
“Se ha transformado la forma en que se planifican las escapadas, incrementando el interés por actividades que generen conexión emocional, autenticidad y memorias duraderas”, comenta.
Entre las vivencias que demandadas se encuentran:
- Menús de temporada y propuestas especiales por chefs locales
- Actividades de bienestar en terrazas y espacios abiertos como sesiones de stretching, meditación o experiencias sensoriales
- Programación cultural interna, incluyendo música en vivo, intervenciones artísticas y actividades temáticas
- Ofertas dinámicas para fines de semana y paquetes de micro estancias diseñados para impulsar la ocupación en periodos cortos
Marques refiere que hay un gran potencial en “mercados emergentes y destinos de playa”, para lo cual desarrollan proyectos como Novotel Surco (Lima), Novotel Punta Sal (Tumbas) y Pullman Bocapán Zorritos (Tumbes).
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En tanto, Valdelomar complementa que el nuevo viajero “es consciente” del valor del bienestar como spa, desconexión digital y retiros.

Preferencias y comportamiento de consumo entre turistas
Desde Aranwa Hotels Resorts & Spas señalan que los millennials y la generación Z priorizan experiencias vivenciales que les permitan conectar con el destino desde el bienestar, la cultura y autenticidad, y destacan por ser más digitales, flexibles y dispuestos a invertir en retiros, wellness, gastronomía local o turismo comunitario, especialmente en feriados largos.
En tanto, los turistas más adultos concentran su interés en propuestas que les ofrezcan comodidad, seguridad y servicios completos dentro del hotel. Este público valora experiencias de alto valor como spas, cenas especiales o actividades personalizadas que complementan su visita sin necesidad de salir del establecimiento.
De acuerdo con Promperú y el Mincetur, el 41% de los viajeros es centennial, 35%, millennial y 11%, X (nacidos entre 1965 y 1980). El 49% proviene de Lima y viaja entre 2 a 3 veces al año dentro de nuestro país, con un gasto promedio de S/ 670 por persona.
Adiós escapadas exprés: estancias largas toman protagonismo
“En 2019 la demanda era más corta y transaccional; las personas buscaban viajes rápidos sin muchas actividades adicionales. Sin embargo, desde 2022 hasta 2025 se ha consolidado una preferencia por estancias más largas y experiencias integradas, donde la gastronomía, el bienestar y las actividades al aire libre forman parte natural del viaje”, dice Valdelomar.
Precisa que la cercanía y los feriados han elevado el interés en experiencias más profundas y estancias más largas con paquetes completos. Por ejemplo, los huéspedes reservan con mayor anticipación y pasaron de 1 a 7 días en destinos como Paracas, y hasta 20 días en Valle Sagrado y Cusco.
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Desde Aranwa prevén que la estadía en este verano crecerá hasta a 4 noches en promedio, lo que empuja a las tarifas hasta un 30% más que en años anteriores.

Aranwa y Accor coinciden en que el ticket promedio subirá tras el año nuevo. Vale añadir que un viajero peruano gasta alrededor de S/ 643 en sus viajes, mientras que el extranjero, destina US$ 1,417 por 12 días —en datos de Promperú—.
“La recuperación postpandemia ha fortalecido la demanda y ha impulsado un mayor gasto por viajero, consolidando una temporada alta mucho más sólida”, concluye Valdelomar.

Periodista con más de 5 años de experiencia en la cobertura de coyuntura económica e informes especiales en prensa escrita y digital.









