La sucesión intestada es un proceso legal que se activa tras la muerte de una persona que no deja testamento válido, o cuando este es incompleto o nulo. Este procedimiento es fundamental en la distribución de la herencia y se rige por normativas específicas, según el Código Civil de cada jurisdicción.
El entendimiento preciso de este proceso es esencial para manejar adecuadamente los bienes y obligaciones del fallecido y garantizar una sucesión equitativa entre los herederos legales.
Carla Montes, abogada civil y comercial de Estudio Linares advierte que “en el ámbito de las sucesiones, la prevención y el manejo adecuado del proceso son cruciales. Un enfoque notarial, basado en acuerdos, contrasta con el enfoque judicial, que entra en juego cuando existen desacuerdos”.
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La sucesión notarial se lleva a cabo ante un notario público y se aplica en casos específicos señalados por la ley. Este enfoque es beneficioso cuando no hay conflicto entre los herederos y se puede acreditar claramente su calidad de herederos presuntos.
Por el contrario, la sucesión judicial se activa en casos de desacuerdo entre las partes. Aunque el notario no tiene facultades para resolver controversias, su experiencia en derecho permite identificar a los herederos legítimos según la ley.
Cuando se opta por la vía judicial, los herederos deben preparar una serie de documentos esenciales:
- Demanda firmada: Es necesaria una demanda firmada tanto por el solicitante como por su abogado.
- Identificación: Se requiere una copia simple del Documento Nacional de Identidad (DNI) del solicitante.
- Partida de defunción: Es fundamental presentar la partida de defunción o, en casos de muerte presunta, la copia certificada de la declaración judicial correspondiente.
- Reconocimiento de herederos: Deben aportarse partidas de nacimiento o documentos que reconozcan legalmente a los presuntos herederos.
- Estado civil: Si es pertinente, se debe incluir la partida de matrimonio del fallecido.
- Inventario de bienes: Una relación detallada de los bienes del fallecido es esencial.
- Certificados registrales: Son necesarios los certificados negativos de testamento y de sucesión intestada.
- Tasas y notificaciones: Se deben pagar las tasas judiciales por el ofrecimiento de pruebas y las cédulas de notificación.
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Para aquellos que prefieren la agilidad de la vía notarial, los requisitos, según la Ley N° 26662 (de Competencia Notarial en Asuntos No Contenciosos), son:
- Identificación del causante: Nombre completo y copia certificada de la partida de defunción o declaración judicial de muerte presunta.
- Documentación de herederos: Copia certificada de la partida de nacimiento de los presuntos herederos.
- Estado civil del causante: Partida de matrimonio o ficha de inscripción de unión de hecho, si corresponde.
- Listado de bienes: Un inventario de los bienes conocidos del causante.
- Verificaciones en Sunarp: Certificación que confirme la ausencia de testamento inscrito u otro proceso de sucesión intestada.
- Identificación de los solicitantes: DNI y control biométrico de los posibles herederos.
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La herencia
Dulmer Malca, asociado senior del estudio Miguel Mur & Abogados, enfatiza que “la búsqueda patrimonial es vital porque establece la base de la herencia a distribuir entre los herederos. Sin un conocimiento completo del patrimonio del fallecido, la distribución de la herencia puede resultar en disputas legales prolongadas y conflictos entre los herederos”.
Es importante identificar todos los activos (inmuebles, cuentas bancarias, inversiones, entre otros) y pasivos (deudas, obligaciones financieras) del fallecido. Esta información no solo ayuda a determinar el valor total de la herencia, sino que también asegura una división justa y equitativa entre los herederos según lo establecido por la ley.
Adelantos de herencia
Es muy común que hayan adelantos de herencia, la cual es una herramienta efectiva para simplificar la distribución de bienes después del fallecimiento del causante. Permiten la transmisión de activos a herederos durante la vida del donante, lo que puede ayudar a evitar conflictos futuros y asegurar el bienestar financiero de los beneficiarios.
Sin embargo, es crucial que estos adelantos se hagan con precaución y siguiendo las normas legales establecidas para evitar desequilibrios en la distribución final de la herencia.
Si durante la sucesión se descubre que se han entregado adelantos en exceso, es decir, que un heredero recibió más de lo que le correspondería en la herencia final, es necesario ajustar la situación. La ley establece mecanismos para compensar estos excesos, ya sea a través de la devolución de bienes o del ajuste en la distribución de los activos restantes del causante.
Este proceso asegura que todos los herederos reciban lo que les corresponde de manera justa y equitativa, respetando la intención original del causante y las disposiciones legales vigentes.
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Nulidad de testamento
Para prevenir una sucesión intestada y asegurar una transmisión ordenada de bienes, es esencial contar con un testamento firme y válido. Pero, incluso con las mejores intenciones, ciertos factores pueden conducir a la nulidad de un testamento, alterando así los planes de sucesión establecidos. Por ello, resulta importante ser consciente de estos motivos de nulidad para garantizar la integridad y efectividad de un testamento.
José Luis Izaguirre, asociado senior de Rodríguez Abogados & Asociados, resalta que “en el contexto del derecho sucesorio, la nulidad de testamentos es una cuestión delicada que puede tener profundas implicaciones en la distribución de la herencia”.
Las razones para la invalidación de un testamento son variadas y significativas. Una de las causas más comunes es la falta de capacidad mental del testador en el momento de la redacción del testamento, lo que pone en duda su habilidad para tomar decisiones libres y conscientes.
Otro factor importante es la influencia indebida o coacción, donde el testamento podría ser el resultado de manipulaciones externas, comprometiendo así la voluntad real del testador.
Además, el incumplimiento de los requisitos formales impuestos por cada jurisdicción puede resultar en la nulidad de un testamento. Aspectos como la presencia adecuada de testigos durante la firma y el seguimiento de procedimientos específicos son esenciales para su validez. Errores en estos procesos, como firmas incorrectas o la ausencia de testigos, pueden también invalidar el documento.
Por último, situaciones de fraude o falsificación, donde el testamento ha sido alterado o fabricado de manera fraudulenta, son evidentemente causas potenciales de nulidad. Estas circunstancias resaltan la importancia de la transparencia y el cumplimiento de las normativas legales en la elaboración de un testamento, para asegurar que la distribución de la herencia se realice según la verdadera intención del testador.
Abogado por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas. Actualmente, ocupa la posición de redactor en el área de Economía en el Diario Gestión.
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