Construir una imagen profesional y marca personal puede hacerte destacar en entornos laborales competitivos, abriéndote puertas e impulsando oportunidades para tu crecimiento. En ese sentido, es importante invertir en estos campos, ¿cómo comenzar a trabajar en esto?
Para la asesora de imagen y autora del libro “Imagen y etiqueta para destacar tu marca personal”, Jaqueline Fong, esta estrategia diferenciadora de construir una imagen profesional se refleja desde la manera en cómo nos presentamos hasta cómo comunicamos nuestros valores.
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En primer lugar, se debe tener en cuenta que la imagen implica no solo la apariencia externa relacionada a la vestimenta, comportamiento y gestos, sino que también va ligada al autoconocimiento. Para el desarrollo de esta variable, Fong señala que se requiere asistir al psicólogo e informarse sobre crecimiento personal.
“Son pasos que debes construir desde los hábitos, es muy importante porque nos ayuda a poder formarnos. Si no hay una imagen interna fortalecida, que comienza desde el autoestima, el amor propio, no se puede exteriorizar (una buena imagen) en tu trabajo. Lo mejor es estar internamente bien para poder construir una imagen de confianza, sólida y segura”, comentó Jaqueline Fong a Gestión.
Teniendo trabajado lo relacionado a la autoestima y hábitos de autocuidado, podemos evaluar la imagen profesional externa que queremos proyectar.
“La primera impresión juega un papel muy importante en el mundo profesional y de negocios; esto comprende: estrategias de comunicación en tu vestir, códigos de vestimenta según los distintos rubros, el uso del color, habilidades blandas y tips de entrevistas de trabajo, con el objetivo de proyectar tu mejor versión en la vida profesional”, sostiene la especialista.
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Un punto importante para que un profesional crezca es manejar las habilidades blandas, es decir, de la capacidad de poder interactuar con los demás y las actitudes que muestras en el trabajo.
“Es la forma de cómo te comunicas, es el manejo y autocontrol de uno mismo a pesar de las adversidades que puedas tener y las adversidades que se presenten en el camino. Eso es lo primero ven cuando hacen las entrevistas, ven si puedes manejarte bien con los demás, trabajar en equipo, ser más empáticos en el trabajo”, explica.
Para Wendy Wunder, empresaria y speaker internacional, construir una buena imagen en el ámbito personal y profesional se resumen en cómo nos perciben las personas que nos rodean, es a lo que yo le llamo firma emocional.
En entrevista a Gestión, menciona que “el mostrar responsabilidad y ética son aspectos claves. Pero, también es importante la imagen que proyectamos visiblemente. Es decir, nuestra apariencia y nuestra conducta deben estar alineados en un mismo canal de comunicación. No puedo construir una buena imagen si no hay coherencia entre lo que digo y lo que muestro a los demás”.
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Un punto clave que resalta Wunder es cómo la autoestima influye de manera significativa en la imagen profesional y personal. Una autoestima saludable se refleja en una actitud segura, asertiva y confiada, lo cual es fundamental para proyectar una imagen positiva y atractiva tanto en el ámbito laboral como en el personal. Por otro lado, una baja autoestima puede manifestarse en inseguridad, indecisión y falta de confianza, lo cual afecta negativamente la percepción que los demás tienen de nosotros”.
Así, refiere que está demostrado científicamente que las personas que tienen una autoestima elevada tienden a ser más exitosos en el trabajo y se relacionan de una mejor manera. Además, menciona en su libro Sé extraordinario, que para establecer relaciones significativas que mejoren la imagen profesional, es importante mostrar interés genuino en las personas, escuchar activamente y empatizar con sus necesidades y preocupaciones.
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Tres tipos de etiquetas a tener en cuenta
Jaqueline Fong también se refirió a los tipos de etiqueta que se debe tener en cuenta: de negocios, social y de mesa.
La etiqueta de negocios o corporativa implica saber que a diario afrontaremos distintos desafíos en la vida cotidiana y saber relacionarnos frente a estos. Para esto es importante tener en cuenta las posturas, la cortesía y agradecimiento.
En el caso de la etiqueta social, esta se relaciona con el comportamiento que se tiene en la sociedad, el civismo, la empatía y las buenas acciones y compromiso.
Respecto a la etiqueta de mesa, esta implica cómo desenvolverse en la mesa durante una cena o evento social, haciendo correcto uso de los cubiertos, servilleta y lenguaje corporal. Por ejemplo, al llamar al mozo para pedir la cuenta solo se debe levantar la mano de manera discreta y evitar gritar o silbar.
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