Ya sea porque lo tenía agendado desde el año pasado o porque se vio obligado a tomarlo por disposición de su empresa, el periodo de vacaciones de esta temporada parece inevitablemente limitado por la pandemia de covid-19.
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El continuo crecimiento del virus ha impedido que seis meses después de su llegada al Perú se hayan podido normalizar las actividades turísticas o siquiera pensar en reanudar la mayoría de actividades de entretenimiento. Esto, sumado a los altos niveles de estrés a los que se ha podido ver enfrentado durante los últimos meses debido al sobrecargo de tareas y la preocupación por las crisis sanitaria y económica, podría tener graves repercusiones en su salud mental.
Desconexión total
“Incluso antes de las vacaciones, yo empezaría por lo más básico: respetar el horario y dar flexibilidad horaria. Algo que hemos visto mucho durante esta etapa es la sobrecarga. Por ello, lo más aconsejable es desconectarse del trabajo. Cuando haya terminado su jornada, cierre todo lo relacionado a su empleo que tenga en el celular”, recomienda la docente de la carrera de Psicología de la UPC y gerenta general de Inicio Consultores, Melissa Marcovich, quien agrega que el tiempo mínimo para sentir un descanso real es de una semana. “En esa semana deberías proponerte aprender algo nuevo o culminar algo que has tenido pendiente por meses”.
“Creo que lo primero que tenemos que interiorizar es que la pandemia se quedará por un tiempo aún. Si bien muchas personas usan las vacaciones para viajes y demás, es un merecido descanso que es necesario para todos”, señala por su parte la gerenta general de LHH DBM Peru, Jimena Mendoza. “Si no se toman vacaciones en estos meses se acumularán y generarán un sobrecosto, además de un desorden posterior que reducirá la productividad. Si bien debemos pensar en qué es mejor para los colaboradores, también debemos generar una empatía bidireccional donde el colaborador entienda las implicancias de no salir de vacaciones”.
Actividades satisfactorias
Si bien lo más realista es descartar el viaje o fiesta que planeó para estas vacaciones, si no lo ha hecho ya, eso no implica que estos días deban ser desperdiciados.
" Efectivamente hay un sentir que pueden ser desperdiciadas si las vacaciones se ven solo como momentos para irse a un viaje o algo parecido. Sin embargo, son momentos perfectos para poner en orden nuestras cosas, atender a citas médicas, registrarnos a algún curso u otras opciones", señala Mendoza.
“Para gestionar la automotivación uno debe sentirse libre, en el sentido de decidir qué hacer con su tiempo, y competente en algo. Aprender algo nuevo, totalmente distinto a su trabajo, será una inyección de motivación. Otra opción es terminar cosas personales pendientes que ha ido posponiendo”, apunta Marcovich, quien agrega que el relajamiento de las medidas de confinamiento es otra oportunidad. “Salir del espacio en el que ha estado por más de seis meses es recomendable. Caminar, montar bicicleta o ir a las afueras de Lima para conectarse con la naturaleza es recomendable si se siguen todas las medidas dispuestas por las autoridades”.
Las claves
- Efectos. Mayor absentismo, menor motivación y más ganas de renunciar son causados por el aumento de estrés.
- Salud mental. Marcovich recomienda incluir charlas de competencias emocionales en las actividades de la empresa.
- Confraternizar. Mendoza sugiere generar espacios que simulen la interacción social entre colaboradores.