La segunda subasta del banco central de Argentina para pagar deudas de importadores con proveedores en el extranjero tuvo otra tanda de resultados decepcionantes este jueves, según una persona con conocimiento directo del asunto.
El banco central vendió menos de US$ 60 millones de un máximo de US$ 750 millones disponibles, dijo la persona, que solicitó el anonimato ya que los resultados no se han hecho públicos. Esto apunta a otro revés para el presidente Javier Milei en los mercados tras una venta de solo US$ 68 millones, de los US$ 750 millones ofrecidos, la semana pasada.
Los bonos, que los importadores pueden comprar y revender en el mercado secundario a otros inversionistas a cambio de dólares estadounidenses, son clave para ayudar a los importadores a liquidar unos US$ 30,000 millones que deben a proveedores en el extranjero y mejorar el balance del banco central.
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Las ventas también buscan ayudar a Milei a luchar contra una escasez crónica de dólares y estrictos controles de capital, los cuales han obstaculizado el comercio.
Desde que asumió el cargo en diciembre, Milei ha anunciado una serie de medidas para sacar a Argentina del borde de su sexta recesión en una década. El paquete de “terapia de shock” incluía una devaluación del peso de más del 50%, junto con recortes masivos al gasto público.
Las ventas, que se consideran claves para que Argentina eventualmente unifique sus diferentes tipos de cambio, también se producen cuando el Gobierno tiene alrededor de US$ 1,000 millones en pagos de intereses a tenedores de bonos que vencen la próxima semana.
Los bonos de importación denominados en dólares se llaman “Bopreal” -o bonos para la reconstrucción de una Argentina libre- y ofrecen una tasa de interés anual del 5%.
Se pueden comprar en moneda local, lo que a su vez ayudaría al banco central a absorber algunos pesos en la economía en un intento por aliviar la inflación anual, que se espera supere 220% en diciembre.
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