
Todo director ejecutivo sueña con ello: un producto tan exitoso que impulse a su empresa del anonimato al estrellato prácticamente de la noche a la mañana. Sin embargo, una de las lecciones de 2025 es que un éxito arrollador no es positivo todo el tiempo, sino que también trae problemas, como ilustran las experiencias de modernos chatbots, inyecciones para bajar de peso y peluches extravagantes.
El primer obstáculo es que los ejecutivos se enfrentan a la ardua tarea de ampliar su negocio para satisfacer un nivel de demanda imposible de predecir. Veamos el ejemplo de OpenAI, creador de ChatGPT, un producto tan exitoso que ha desencadenado un frenesí inversor sin precedentes en una generación. Según OpenAI, alrededor de una décima parte de la población mundial utiliza actualmente su chatbot. La empresa estima que sus ingresos anuales alcanzarán aproximadamente los US$ 200,000 millones para 2030, diez veces su actual tasa anualizada.
En respuesta, se ha comprometido a invertir US$ 1.4 billones en potencia informática durante los próximos años, incluyendo una serie de acuerdos circulares financiados por los beneficiarios de su generosidad. Un crecimiento como el que proyecta OpenAI no se ha visto antes. Si no lo consigue, la empresa probablemente quebrará, lo que frenará por completo el auge de la inteligencia artificial.
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Profundicemos en el tema
Sin embargo, la falta de inversión también conlleva problemas que van más allá de no aprovechar al máximo la creciente demanda. Un peligro particular es el auge de los mercados paralelos —la segunda trampa del éxito repentino—, que puede causar problemas duraderos a las empresas. Tomemos como ejemplo Novo Nordisk, la empresa danesa pionera en inyecciones para bajar de peso.
Al demorarse en aumentar su capacidad de fabricación para satisfacer el voraz apetito por Wegovy, se vio superada por las farmacias de preparación de medicamentos, que en Estados Unidos tienen permitido ofrecer réplicas de medicamentos en escasez. Aunque la escasez terminó en febrero, alrededor de un millón de estadounidenses siguen consumiendo las imitaciones —que son más baratas pero, según Novo, menos seguras—, ya que las farmacias de fórmulas magistrales han aprovechado lagunas legales para seguir produciéndolas.
Pop Mart, la empresa china responsable de las muñecas Labubu de nueve dientes y sonrisas traviesas por las que se formaron largas colas de compradores este año, se ha enfrentado a problemas similares. Si bien ha aumentado la producción, lucha contra una plaga de Lafufus falsas de ocho o diez dientes que han inundado los mercados en línea.
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El último obstáculo del éxito repentino es que atrae a competidores legítimos que pueden aprender tanto de sus triunfos como de sus fracasos. Llamémoslo la desventaja de ser pionero. Eli Lilly, que lanzó su propia inyección para bajar de peso, Zepbound, en Estados Unidos dos años después de Novo, este año ha superado a su rival danés en el mercado de medicamentos contra la obesidad. Esto se debe en parte a que Zepbound es más eficaz. Pero Lilly también aprendió de Novo que necesitaba contar con un amplio suministro y ofrecer su tratamiento directamente a los consumidores, muchos de los cuales preferirían no tener que ir al médico para obtener una receta y no están cubiertos por sus aseguradoras.
De igual manera, el éxito de OpenAI inspiró a competidores que pudieron aprender de sus avances antes de que tuviera tiempo de consolidarse entre los clientes. La primera sorpresa llegó en enero, cuando DeepSeek, un laboratorio chino de inteligencia artificial, lanzó un modelo de vanguardia que había desarrollado con un presupuesto limitado y que puso a disposición del público de forma gratuita.
Más recientemente, OpenAI se ha visto amenazada por Google, que se vio impulsada por el éxito de ChatGPT y el mes pasado lanzó un modelo que está a la par con lo mejor de OpenAI. Con su modelo de negocio integrado verticalmente, sus amplios recursos y canales de distribución consolidados —incluyendo a casi 4,000 millones de usuarios de Android en todo el mundo—, Google se perfila ahora como la empresa líder en inteligencia artificial.
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La lección más importante de todo esto es que los productos exitosos rara vez conducen a un éxito comercial duradero. En cambio, consideremos a dos de los triunfadores discretos de 2025.
Walmart, el minorista más poderoso de Estados Unidos, ha visto cómo su valor de mercado se disparaba a casi un billón de dólares sin hacer alarde. Su enorme escala, que utiliza para reducir los costes y trasladar los ahorros a los clientes, ha conquistado a muchos compradores con dificultades este año. Muchos de ellos también se habrán visto impactados por la reinvención digital del minorista.
Observemos también a CATL, el coloso chino de las baterías, cuya salida a bolsa en Hong Kong en mayo fue la mayor oferta de acciones a nivel mundial en 2025. Su cuantiosa inversión en investigación y desarrollo le ha otorgado una ventaja competitiva. Está aprovechando esa fortaleza para expandirse al sector de las baterías para la red eléctrica.
La vida después del éxito efímero
Los grandes ejecutivos deberían prestar atención. Un producto exitoso puede atraer la atención de millones de personas hacia una empresa. Pero el éxito duradero proviene de un modelo de negocio difícil de replicar y que sigue evolucionando en un mundo en constante cambio.









