El nuevo presidente del directorio de PetroPerú, Alejandro Narváez, afirmó que no hay planes de vender el edificio corporativo de San Isidro, argumentando que es estratégico debido a que el 70% de los negocios de la petrolera se concentran en Lima.
Narváez recordó que la venta de activos para sanear las finanzas de la empresa estatal es punto clave, para cual ya se tiene una lista de activos improductivos que se venderán. Sin embargo, la sede de Lima ha sido descartada.
“En aquellos activos improductivos vamos a desinvertir, ¿está dentro de esos activos el edificio? no, por una razón muy sencilla: entre la planta de ventas y refinería de Conchán y la planta de ventas del Callao, 70% de negocios. Aquí está el centro económico, en Talara eso no tiene sentido”, dijo a RPP.
El presidente de la petrolera reiteró que la empresa estatal no se encuentra en quiebra o insolvencia, aunque reconoció que PetroPerú es una empresa financieramente inestable.
“Lo que sí tiene es un problema de liquidez, que se está refinanciando continuamente, tenemos un capital de trabajo negativo, importante, pero con un programa de refinanciación, de apertura con nuestros acreedores financieros y nuestros proveedores, un poco extendiendo plazos de pago, se está saliendo poco a poco”, sostuvo.
El representante de la petrolera recordó la difícil situación heredada, que incluye pérdidas acumuladas de US$ 745 millones hasta septiembre de 2024 y un cierre proyectado en US$960 millones al finalizar el año.
Pese a esto Narváez destacó que, bajo su gestión, no se solicitará más dinero al Estado. “Sería absolutamente nefasto seguir pidiendo recursos públicos. Mientras yo esté, eso no sucederá”, aseguró.
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Posible ajuste de personal
Narváez recordó que existe un diagnóstico elaborado por la consultora Arthur D. Little, que recomienda una serie de medidas para Petroperú, las cuales no fueron ejecutadas en las administraciones anteriores.
“Vamos a retomar ese trabajo y, de hecho, hay una exigencia en el decreto de urgencia en el que nos indica de que debemos convocar a una empresa especializada para que hagan la reestructuración financiera y hemos creado justamente también ayer una comisión encargada de formular todos los pasos que sean necesarios para ello”, señaló.
Entre las medidas a considerar, Narváez no descartó un recorte de personal, aunque adelantó la reapertura de un plan de retiro voluntario como primera opción.
“Creo que el recorte tiene que verse en función a lo que realmente necesitamos (...) Hay un plan de retiro en PetroPerú que se cerró después de tres meses, me parece. Vamos a abrir otra vez el plan de retiro voluntario y seguramente habrá quienes se acojan a ese plan. Si hay que hacer ajustes necesarios para optimizar recursos, lo haremos”, indicó.
Por el momento, el representante de la petrolera mencionó que se tiene una agenda completa sobre las acciones que tomará el directorio, las cuales ya han sido informadas a los ministerios de Economía y Energía y Minas.
A pesar de los desafíos, el presidente se mostró optimista en la recuperación financiera de PetroPerú y reafirmó que se esperan ganancias para el próximo año.
“Esperamos generar una utilidad neta del 15% sobre la facturación proyectada de US$ 4,800 millones de para 2025, lo que representaría unos US$ 750 millones en ganancias”, concluyó.
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