Grupo México es una de varias empresas que están evaluando presentar ofertas para comprar una mina de cobre española a First Quantum Minerals Ltd., en medio de los esfuerzos del productor canadiense de metales por apuntalar su balance financiero después de que se ordenara el cierre de su emblemática mina en Panamá.
First Quantum inició un proceso para vender su mina Las Cruces, en el sur de España, en diciembre, después de que el repentino cierre de la mina Cobre Panamá dejara a la compañía ante una incertidumbre financiera, según personas familiarizadas con el asunto, que pidieron no ser identificadas debido a que se trata de información confidencial.
Las Cruces, una de las operaciones más pequeñas de First Quantum, está valorada en menos de US$ 1,000 millones, dijeron las personas.
Las Cruces entregaría a Grupo México, el conglomerado controlado por el multimillonario mexicano Germán Larrea, otra oportunidad para expandirse en Europa después de que fracasara la adquisición de otro complejo minero de cobre en España en 2021.
Previamente, Grupo México presentó una oferta por la operación aledaña Minas de Aguas Teñidas, conocida como Matsa, pero perdió ante el productor australiano Sandfire Resources Ltd., que compró el activo por unos US$ 1,900 millones.
Tanto First Quantum como Grupo México declinaron hacer comentarios.
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Los analistas han recomendado a First Quantum vender activos para apuntalar su balance financiero tras el revés de Cobre Panamá. La enorme mina generó el 78% de las ganancias operativas de First Quantum en los primeros nueve meses del año pasado, según un documento de la empresa. Sin la operación en Panamá, los analistas han advertido que First Quantum corre el riesgo de incumplir acuerdos de deuda más adelante este año.
La mina Las Cruces está atravesando por una transición: pasará de ser una operación a cielo abierto que llegó al final de su vida útil en 2021 a ser una operación subterránea que extenderá su vida útil en 18 años o más, según una presentación de la empresa. La ampliación incluye una refinería que apunta a producir aproximadamente 72,000 toneladas de cátodos de cobre al año, que se envían como producto terminado.
Los activos de cobre han atraído el interés de empresas mineras que esperan que la demanda aumente como resultado de la transición energética, y el positivo panorama ya ha provocado un aumento en la cantidad de acuerdos.
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