La remodelación corporativa de Falabella le permitirá corregir su estrategia digital para el largo plazo, la cual tendría prioridad frente al canal físico. Por su parte, la operación peruana se muestra como una de las más sólidas, y podría resistir la reducción de costos que encaminaría la empresa, indicaron especialistas a Gestión.
Luego de los resultados desfavorables del año pasado y la caída de la valoración de la empresa (que, según La Tercera, a principios de abril era de US$ 5,000 millones, muy lejos de los US$ 20,000 millones que llegó a alcanzar) la compañía realizó cambios directorio de la matriz, el cual venía siendo controlado por las familias Solari, Del Río y Cúneo. Es así que, por primera vez, Falabella tendrá un presidente que no pertenece a las familias controladoras: Enrique Ostalé reemplazó a Carlo Solari como nuevo presidente del directorio para el periodo 2023-2026.
A su vez, los nuevos directores incorporados recientemente son Germán Quiroga, Andrés Roccatagliata y Alfredo Moreno, ex ministro chileno. Carlo Solari, Juan Carlos Cortés, José Luis del Río, Cecilia Karlezi y Paola Cúneo completan el nuevo directorio.
Es así que la empresa enfrenta su mayor cambio en décadas, la cual, impactada por el auge del e-commerce iniciado en la pandemia del covid-19, estará obligada a reformular su estrategia para competir en un mercado que exige cada vez más la eficiencia físico-online de las empresas del sector retail, según consideraron analistas.
Gestión buscó los comentarios de Falabella en Perú para este informe, pero no obtuvo respuesta.
LEA TAMBIÉN: Las categorías que crecerán a triple dígito: la apuesta de Falabella.com por día de la Madre
Números en negativo
Falabella cerró el 2022 con ganancias que ascienden a los US$105 millones, lo que representa una caída del 86.2% en comparación al 2021. Esta baja se produjo debido al menor dinamismo del consumo y las mayores provisiones por la coyuntura de mayor riesgo bancario.
Esto provocó más presiones en los márgenes de la empresa, aumento en los gastos operacionales y, además, la caída en el precio de la acción de la empresa, situación similar por la que han pasado otros retailers en la región, ya que no pueden trasladar todo el aumento de precios al consumidor.
“Por un lado, tienes la inflación que te golpea los costos, y, por otro, tienes una subida de tasas que provoca que sea más difícil que los clientes se presten dinero para realizar compras. Por ello, los márgenes han caído”, explica César Romero, jefe de investigación de Renta4 SAB.
Así, el costo de ventas del cuarto trimestre fue de S/805.2 millones, que representó un incremento de 3.8% frente al mismo periodo del 2022; mientras que el volumen de ventas cayó menos del 10%. A ello se le sumó la baja crediticia de Fitch Ratings a BBB-, con una perspectiva negativa.
“Los resultados del primer trimestre serán débiles para todo el retail discrecional: esperamos caídas en torno al 20% en ingresos y ebitda negativo. En el caso de Falabella, se suma un mal desempeño del banco por aumento en el costo por riesgo. Prevemos que esta tendencia se mantenga durante la primera mitad del año”, agrega Carolina Ratto, jefe de Equity Research para mercados andinos de Credicorp Capital Chile.
Si bien se prevé una reducción o estancamiento de la inflación para este 2023, la empresa ha realizado cambios para reducir el impacto que los índices inflacionarios podrían tener en las operaciones de la empresa, entre ellos, la incorporación de directores con expertise en el mundo retail.
Leer más: La millonaria apuesta de Falabella en distribución y nuevas tiendas en Perú
La estrategia a futuro
La incorporación de directores relacionados al sector minorista les permitirá ajustar su estrategia en el objetivo de convertirse en un retailer digital eficiente: por ejemplo, Enrique Ostalé, quien es el nuevo presidente de Falabella, fue CEO de Walmart y digitalizó todas las operaciones de dicha empresa en Chile y otros países.
Por el contrario de sus resultados financieros, los resultados relacionados a ventas digitales y el sector bancario fueron positivos durante el 2022: en el negocio bancario las colocaciones crecieron un 17.7% durante el último trimestre. Por su parte, el modelo de marketplace de la compañía, con falabella.com, creció 24% interanualmente.
Todo indicaría que, en adelante, dados los resultados y las inversiones en tecnología, para la cual se destinará el 60% de los recursos, la estrategia de la empresa estará aún más enfocada en el mundo digital.
“A partir de la reestructuración corporativa de la empresa, probablemente se vea un giro hacia la banca digital y una reducción del sector retail. La idea sería juntar su banca digital con el modelo marketplace, que representa la cuarta parte de las ventas online de Falabella”, agrega Romero, de Renta 4 SAB.
La inversión en capex tecnológico fue de alrededor de US$300 millones del total de las inversiones, sin tomar en cuenta aperturas de tiendas, remodelaciones y logística, que es casi la mitad del total de inversiones del retailer. Ello indica la apertura de la empresa a convertirse en un retailer digital.
Sin embargo, dicha estrategia se realizaría en tanto la empresa espere resultados a largo plazo, ya que, además, la empresa trataría de reducir costos para no golpear sus márgenes.
“A largo plazo, el mantenimiento de una plataforma digital es menos oneroso que el de una plataforma física. Si entran con un plan de no reducir volúmenes en el corto plazo, se enfocarían en las tiendas físicas; por el contrario, si el foco de la estrategia está en el digital, esta se hará a largo plazo”, precisa Romero.
La situación de la operación peruana
El mercado peruano es uno de los más sólidos de Falabella en la región. Incluso los resultados interanuales mejoraron, situación que dista de otros pares en Latinoamérica. Del volumen bruto de la producción de Falabella, en Perú aumentó de 203 a 211, lo que representa un incremento del 4%. Por el contrario, en Chile cayó 14%, -19% en Colombia, y lo mismo en otros mercados de la región, como Brasil.
Estos resultados positivos son explicados por las salidas de fondos de las AFP, lo cual generó mayores volúmenes. Además, el consumo en el país se reactivó más rápido que en otros mercados.
Es así que, eventualmente, la empresa deberá priorizar a los mercados rentables frente a los que no lo son. “Si buscan reducción de costos, lo más probable es que reduzcan algunos de los mercados con mayores caídas, y venderán activos o pequeñas participaciones de la empresa”, comenta Romero.
Leer más: Falabella Perú: ingresos por supermercados crecieron más de 13% al cierre del 2022
Hacia un mejor gobierno corporativo
Tener más directores vinculados al sector retail podría generar una mayor reducción de costos en las operaciones menos rentables, y se enfocaría mucho más en los canales digitales. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por reducir costos, el 2023 será un año difícil, ya que no se espera un repunte en el corto plazo, según indican las fuentes consultadas.
“El hecho que quien manejará la agenda y pondrá la pauta sea un tercero, indica un paso importante en la gobernanza por la confianza que se le tiene a la nueva cabeza, quien tiene experiencia en el sector retail”, comenta Marco Antonio Zaldivar, expresidente de la Bolsa de Valores de Lima y director independiente en distintas empresas.
“La incorporación de nuevos directores es positivo porque es necesario repensar la estrategia y analizar nuevamente cuáles son las ventajas competitivas de la compañía sobre las cuales apalancarse para volver a poner al cliente al centro de las decisiones”, enfatiza Ratto, de Credicorp Capital Chile, quien considera que el cambio de directorio marque un cambio radical en la estrategia, sino más bien mayores cuestionamientos al management y algunas decisiones.
Asimismo, expertos indican un paso importante en la gobernanza de la empresa la adopción de independientes en las cabezas, el cual es el primer paso para la profesionalización de la empresa.
“Incorporar directores fuera de las familias controladoras hace que lo que se determine en la agenda, choree hacia las gerencias con mayor confianza”, agrega Zaldivar.
Sin embargo, el siguiente desafío será incorporar a los principales stakeholders en las decisiones de la empresa, y que esta no esté supeditada únicamente a los intereses de las familias controladoras.
“Puedes poner directores independientes, pero su poder es relativo frente a un número más grande de directores miembros de las familias. El directorio también debe estar representado por sus accionistas, los cuales deben tener voz y voto”, concluye Zaldivar.
LEA MÁS: La apuesta de Falabella en distribución y tiendas en Perú
¡Beneficios ilimitados con tu suscripción a Gestión! Disfruta de hasta 70% de dscto. en más de 300 promociones del Club de Suscriptores, que además podrás usar todas las veces que quieras. Conócelos aquí ¿Aún no eres suscriptor?, adquiere tu plan aquí