
El 2025 “ya está jugado”, pero el resultado de la economía recién lo sabremos en unos meses (a mediados de febrero). Para dicho panorama, desde el Banco de Crédito del Perú (BCP) proyectan que se culminará este año con un crecimiento de 3.4%.
Se trataría del segundo año consecutivo con una expansión de más de 3%, pero desde el banco hay una fuerte observación.
“Aunque vamos a crecer por encima del 3%, hay que ser conscientes que hay un enorme costo de oportunidad. En lugar de crecer cercano al 3.5%, debiera ser un 6.5%. Estas mayores tasas de crecimiento permitirían una reducción más rápida de la pobreza y una ampliación de la clase media”, señaló Carlos Prieto, gerente del Área de Estudios Económicos de BCP, durante la presentación de su reciente reporte trimestral, la mañana de este jueves 18 de diciembre.
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2025: un “momento dulce”
Prieto detalló que las condiciones para el país, tanto nacional como internacional, vienen siendo sumamente favorable. “Se tiene un momento dulce”, expresó.
Por el ámbito externo, mencionó que se tienen niveles récord de intercambio comercial en más de 75 años. Este indicador es el resultado de los precios de exportación con los de importación.
“Estamos cerrando un 2025 mejor de lo que se preveía hace un año. Nadie hubiera esperado que el precio de la plata más que se duplique, que el del oro suba en más de 60%, el del cobre en más de 30% y que, en paralelo, el precio del petróleo caiga. Esto determina los resultados de los términos de intercambio comercial. Hay un impulso y vientos a favor para la economía peruana”, refirió.

Por el lado nacional, apuntó que la inflación es baja y las expectativas se ubican dentro del rango meta. Agregó que la demanda interna viene avanzando a un ritmo de 6%.
Sin embargo, señaló que duplicar el crecimiento no se materializó por el profundo deterioro institucional que, entre otros aspectos, afectó las finanzas públicas del país y permitió el avance de la inseguridad y las economías ilegales.
Algunos de los casos que se presentó e ilustran este deterioro es la paralización de proyectos por la minería ilegal, las pérdidas por la inseguridad en el país, el costo de las leyes aprobadas por el Congreso vía insistencia, la aprobación de un nuevo retiro de los fondos de las AFP, aumentos remunerativos sin justificación ni fuente de financiamiento, las pésimas finanzas de la empresa petrolera pública Petroperú, deficientes gestiones de atractivos como Machu Picchu, procesos contra el Estado en el Ciadi, entre otros.
Bajo este escenario, Prieto consideró que los altos precios del oro, cobre y plata están “eclipsando” este deterioro institucional, que sí tienen un impacto. En términos de finanzas públicas, apuntó que, incluso, deberíamos tener un “pequeño” superávit fiscal. “Se mantienen las anclas de estabilidad macro, pero también el deterioro institucional”, anotó.
Al respecto, consultado por Gestión, señaló que una de las tareas claves de este Gobierno es contener este deterioro institucional y atacar sus orígenes. Apuntó a la calidad legislativa en los proyectos aprobados.
“Se debe contener o evitar que se profundice este deterioro. Lo ideal sería, sin duda, atacar esta fuente de deterioro con todas estas leyes populistas y varias de ellas irresponsables que se han venido dando. Y priorizar lo urgente, como la lucha contra la inseguridad”, comentó.
¿Y la economía en el 2026?
Prieto indicó que la economía peruana, en 2026, también se posicionará en una etapa intermedia, donde gana tracción, pero modera su ritmo de expansión. Se prevé una expansión de 3.2%.
“Hay mucha gasolina y vientos a favor. [Seguirá el impacto] de los buenos términos de intercambio comercial”, anotó.

En este contexto, señaló que hay espacio para dinamizar la actividad nacional y se “gatille” un nuevo ciclo de inversión, principalmente, la minera.
“La inversión privada viene creciendo en alrededor del 9%. Pero si miramos el indicador como porcentaje del Producto Bruto Interno (PBI), todavía está debajo del promedio de la última década. Hay espacio para seguir creciendo”, anotó. El promedio entre 2005 y el 2025 es de 18.5% del PBI y, a este tercer trimestre, está en un 17.5%.









