A nivel nacional, el 43.1% de niños sufren de anemia, según la última Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDES 2023). Frente a esta problemática, los investigadores de la Universidad San Ignacio de Loyola desarrollaron un pan con harina de papa fortificada con hierro.
La papa utilizada por los expertos se obtuvo de la comunidad campesina de Occopata, Cusco, situada a 4,000 metros sobre el nivel del mar. Con esta investigación, se reemplazó el 40% de la harina de trigo por harina de papa, resultando un pan con alto valor nutricional, calidad y delicioso sabor.
Cada pan, de aproximadamente 37,3 gramos, aporta 4 miligramos de hierro. Como se sabe, este es un mineral esencial para el crecimiento y desarrollo del organismo. Gracias a este nutriente, se incrementan los niveles de hemoglobina en la sangre, previniendo la anemia y sus consecuencias negativas en el crecimiento y el aprendizaje.
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“La papa no solo aporta un buen porcentaje de carbohidratos y almidón, sino también una serie de compuestos fenólicos y bioactivos que le dan propiedades saludables”, destacó Luis Olivera, director de la carrera de Ingeniería Agroindustrial de la USIL.
Julio Parraguez, docente de la facultad de Administración Hotelera, Turismo y Gastronomía de la USIL, explicó que al reemplazar el 40% de harina de trigo por la de papa, el pan logra tener un mayor valor nutricional, calidad, humedad y sabor.
Una vez realizado el proyecto, el equipo de investigación llevó esta receta a Occopata y la adaptó para que el pan se produzca en los hornos artesanales de la comunidad, donde la papa es un alimento para la economía local.
La fórmula desarrollada por los investigadores es versátil, ya que si se utiliza más de 50% de harina de papa puede realizarse pan más compacto e incluso dar lugar a nuevos productos como galletas y caramandungas.
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