En alerta. La temporada de invierno 2022 comenzó en Perú y con temperaturas por debajo de lo normal, sobre todo, en las zonas costeras. Solo en Lima, la temperatura podría descender por debajo de los 10° centígrados, un hecho que se no registra desde hace más de 34 años, según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi). Y aunque parezca no tener relación, el pronóstico para los siguientes meses traerá consecuencias en materia laboral en el sector agrícola.
Las bajas temperaturas que se registran en los últimos días están relacionadas con el estado de alerta de La Niña costera que se activó desde hace algunas semanas. Así, la superficie del mar en la zona norte y centro del litoral peruano registrará valores por debajo de lo normal hasta agosto próximo, y la ola de frío traerá consecuencias para el sector agrícola.
El especialista en temas agroclimáticos del Senamhi, Glicerio Canchari, lo resumen así: por un lado, el actual escenario (temperaturas por debajo de valores normales) ralentiza el desarrollo de las plantas por lo que el periodo vegetativo de algunos cultivos se extenderá más allá de los cinco meses; lo que implica un mayor costo de mantenimiento que deberá realizar el productor hasta que llegue la etapa de floración; o contratación de más mano de obra en el caso de las empresas agroindustriales.
Una segunda consecuencia es el aumento en la incidencia de plagas o enfermedades fitosanitarias, sobre todo en las áreas agrícolas que no hayan recibido el mantenimiento y la limpieza adecuada.
Por zonas
Considerando que en la costa norte la campaña de arroz continúa -hubo demoras en la instalación de los cultivos ante el incremento del costo de los fertilizantes- el clima más frío impactará en el rendimiento.
En estas zonas (regiones como Piura y Lambayeque) las temperaturas se han acercado a los 10° centígrados, un nivel bastante bajo para el cereal por lo que se obtuvieron rendimientos menores a las diez toneladas por hectárea, dijo Canchari.
En la costa central, el cultivo de papa sería el más afectado. Si bien es un tubérculo adaptable al frío, las condiciones atmosféricas han generado mayor presencia de nubosidad y humedad (más de 93%) lo que incrementa los problemas fitosanitarios haciendo que el cultivo sea vulnerable a la rancha, un hongo altamente perjudicial.
Cabe indicar que el Banco Central de Reserva (BCR), en su último Reporte de Inflación, adelantó que la producción de arroz y papa caerían 10% en el cuarto trimestre.
En tanto, en la sierra sur, que por su geografía tiene un sistema productivo estacional -implica solo siembra entre setiembre-octubre y abril-mayo, luego las parcelas están en descanso- el descenso de la temperatura no impactará negativamente pues las áreas de siembra están vacías. No obstante, sí tendrá un efecto negativo en cultivos permanentes como la alfalfa, un alimento clave para el sector ganadero.
En las regiones amazónicas las condiciones térmicas se han normalizado en los últimos días. Previamente, indica el especialista, se presentaron lluvias por encima de lo habitual que ocasionaron un mayor nivel de humedad. Una atmósfera así beneficia el desarrollo de hongos como la roya o el ojo de gallo en el cultivo del café sembrado en las zonas más altas. “Aquellos que no hayan realizado un adecuado mantenimiento agronómico o tenían parcelas con una presencia limitada de estas enfermedades, podrían tener problemas”, advirtió.
Olivos, cítricos y mango
Pero un clima frío no es negativo para todos los cultivos. En la costa sur, como en Tacna, una zona donde un frío anormal predomina desde el 2021, se ha reportado que el desarrollo de la fructificación y maduración de los cultivos de oliva se ralentizó, sin embargo, se ha logrado una mejor calidad y cantidad de fruta (aceituna), así como mejor peso y color. “Se proyecta una buena cosecha de olivo, tanto en la variedad verde como negra”.
Respecto al mango de la variedad Kent, que está ingresando a plena campaña 2022-2023, la preparación de las plantas comenzó a mediados de marzo por lo que el frío adelantó ligeramente el inicio de la floración, lo que es beneficioso, en parte.
Y es que según Canchari, el clima más frio en la costa norte y central aun se registrará en julio-agosto. “Es probable que las plantaciones entren a su etapa de fructificación en esos meses e impacte de manera no adecuada”, advirtió.
Otros cultivos que también ampliarían su periodo vegetativo a causa del frío son algunos cítricos. “Desde el punto de vista agronómico, que se ralentice la cosecha implica contratar a más personal para un tiempo prolongado, influyendo en el costo de producción”.
Respecto a la palta Hass y arándanos, señaló que son plantaciones que están en su etapa de maduración por lo que el clima más frío no tendrá un impacto significativo, aunque recomendó a los exportadores tener cuidado con la presencia de algunas enfermedades.
Solo en el caso del arándano, las proyecciones de los exportadores es que se envíen 270,000 toneladas en esta campaña, un incremento importante respecto a las 222,000 toneladas que se alcanzaron en el periodo 2021-2022.