(G de Gestión) Es vital para nuestra carrera y nuestro perfil profesional no solo ser muy competentes, sino también parecerlo. Eso contribuirá a elevar el valor de nuestra marca personal. Comparto cinco ideas para que se haga más evidente nuestro nivel de competitividad.
1. Demuestre que es correcto y cumpla con su palabra. En todas partes, entre personas serias, la palabra se honra y los acuerdos se respetan, aunque no estén por escrito. La palabra dada es suficiente para hacer negocios entre gente correcta. El capital moral, la reputación y la palabra valen más que cualquier ganancia o ahorro esperado. Son también elemento central de la empleabilidad, de la continuidad empresarial y, por supuesto, del éxito en la vida personal. La viveza del pasado ya no tiene cabida: todo sale a la luz, y de qué sirve ser competente si se tiene mala reputación.
2. Sea consistente en sus acciones. ¿Quién no ha tenido un jefe o un compañero de trabajo que un día sonríe tranquilo y lo apoya frente a un error que cometió y al poco tiempo le arma un escándalo por una situación similar, dejándolo totalmente sorprendido? Una personalidad predecible y consistente facilita la interacción y construye confianza: permite que las personas puedan “leernos” mejor y anticipar nuestras reacciones. La consistencia evita tensiones, genera confianza y ayuda a lograr un intercambio veloz y armónico.
3. Comunique bien sus ideas. La habilidad para comunicarse adecuadamente, ya sea de forma oral o escrita, por correo, en presentaciones, en redes sociales, etc., es cada vez más esencial. La comunicación ordenada y sintética refleja inteligencia y nivel cultural, y demuestra interés por el interlocutor, pues estamos haciendo un esfuerzo para que nos entienda. Saber transmitir nuestros pensamientos, sugerencias u opiniones correcta y positivamente requiere esfuerzo constante, mucha lectura de la buena, práctica y técnica. Mejorar esta competencia es clave para el éxito profesional y, sobre todo, para el liderazgo.
4. Irradie energía, entusiasmo y pasión. La pasión y el entusiasmo son importantes diferenciales en el mercado laboral. Mostrar interés genuino por la empresa, los servicios, el propósito o la posición buscada, de ser el caso, es crucial: la exteriorización de emociones positivas como la energía enfocada al beneficio de la organización o la calidez legítima hacia los demás hace que nuestro perfil sea visto como profesionalmente seductor. El brillo en los ojos es la expresión de un interés auténtico, de una energía positiva muy agradable —también se le llama “carisma”—, y manifiesta nuestras “ganas” de hacer las cosas bien.
5. Siga aprendiendo. La actitud y el empeño por mejorar constantemente nuestro perfil profesional impacta directamente en el nivel de competitividad que conseguimos. Capacitarse y aprender abren puertas y ofrecen nuevas perspectivas y miradas a la realidad. Por supuesto que no hay límite de edad para hacerlo, y la voluntad, la actitud y la disciplina para aprender son fundamentales. El hecho es que debemos leer mucho, tomar cursos y desarrollar habilidades y competencias. Hay miles de alternativas disponibles, y muchas pueden ser en línea o a través de aplicaciones sin costo alguno. No lo posponga.
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Presidente LHH DBM Perú & LHH Chile y autora de Usted S. A. (21 ediciones). Ha figurado en el top 15 Merco durante 8 años consecutivos. También es LinkedIn Top Voice, speaker, directora de empresas y ONG, y presidente de The SafeStorage Co.
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