Country President de On-Site Services y CEO de Benefits & Rewards Services en Sodexo Perú
En los últimos dos años, y, como consecuencia directa del Covid-19, la equidad de género en el Perú ha tenido un retroceso alarmante. Si a ello sumamos la coyuntura política actual, donde vemos cómo la causa de la mujer no solo viene siendo menospreciada, sino que además observamos atónitos muestras públicas de tolerancia y normalización con la violencia de género, el retroceso que estamos viviendo debería preocuparnos enormemente y llevarnos hacia una profunda reflexión. Porque, los efectos que esto puede tener en las mujeres, y por tanto en el Perú, en cuanto a violencia de género, acceso al empleo y educación, lucha contra el hambre y la malnutrición, balance de género y paridad, por mencionar sólo algunos temas, podrían ser incalculables.
En este contexto, se hace urgente un llamado a todos los líderes, sean políticos, empresariales, sociales, hombres y mujeres, a dar un paso al frente para volver a poner la causa de la mujer en el centro de nuestra atención y acción, en la Agenda País. Se trata de evitar el impacto que este equivocado rumbo tendrá no sólo en el desarrollo social, educativo o sanitario, sino también en el desarrollo económico futuro de nuestro país. Es decir, de mirar lo que hoy es un problema, como una grandísima oportunidad de cambio y transformación, de crecimiento y desarrollo.
La pregunta que nos deberíamos estar haciendo realmente ahora mismo es ¿qué pasaría en el Perú de aquí al 2030 si avanzara decididamente la causa de la mujer, si, por ejemplo, aumentara el balance de género a nivel empleo, se redujera de manera sustancial la violencia contra la mujer, se incrementara su inclusión financiera y creciera la participación de la mujer en espacios de liderazgo públicos y privados? ¿Se imaginan ese otro Perú?
No verlo es miope. Verlo y no hacer nada al respecto, absurdo y contraproducente. Avalar la violencia de género, inaceptable y hasta criminal. Esta es una invitación a levantarse contra esta realidad, una llamada al activismo, a hacer la diferencia. Otro Perú es sin duda posible y ese camino pasa indefectiblemente por ellas.