Pagos a cuenta del Impuesto a la Renta: Sunat intensifica control

Estas revisiones tienen como objetivo corroborar el cumplimiento de los requisitos formales establecidos por la normativa tributaria, según comunicó la entidad.

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Los detalles

La carta emitida por Sunat informa sobre las acciones de control que están llevando a cabo para verificar que los contribuyentes que solicitaron la suspensión o modificación de los adelantos tributarios del IR cumplan con los requisitos exigidos por la normativa vigente.

Estas verificaciones incluyen la presentación y validación de los Estados de Ganancias y Pérdidas al 30 de abril y/o 31 de julio, así como del Libro de Inventarios y Balances, los cuales deben ser registrados en el Programa de Libros Electrónicos (PLE) y contar con la correspondiente constancia de recepción.

El documento señala que, según la normativa, los contribuyentes tienen un plazo máximo de atraso de 60 días calendario para registrar las operaciones respaldadas en sus balances.

En caso de detectarse incumplimientos, Sunat desconocerá las solicitudes de suspensión o modificación de los adelantos tributarios, exigiendo el pago de los montos omitidos junto con los intereses generados desde su vencimiento.

Se recalca la importancia de que las empresas revisen y regularicen su situación en caso de omisiones o errores en la presentación de estos documentos.

Sunat recomienda a las empresas confirmar si han cumplido con sus obligaciones relacionadas con los libros electrónicos y realizar las correcciones necesarias para evitar multas o sanciones adicionales.

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¿Qué son los pagos a cuenta?

De acuerdo con Gabriela Haro, directora de servicios tributarios y legales en PwC, los pagos a cuenta son adelantos mensuales que las empresas realizan durante el año fiscal, basados en proyecciones de sus ingresos y el impuesto pagado el año anterior. Este sistema busca distribuir el pago del impuesto a lo largo del año, evitando concentrarlo únicamente en el momento de la declaración anual.

Juan Pablo Porto, socio de Cuatrecasas, explicó que el coeficiente utilizado para calcular estos pagos se determina tomando como referencia el impuesto sobre la renta pagado y los ingresos generados el año anterior. Por ejemplo, si una empresa genera ingresos de 100 y paga 20 de impuestos, el coeficiente sería 0.2. Este porcentaje se aplica a los ingresos del año en curso para calcular los pagos a cuenta mensuales.

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Modificación o suspensión de pagos a cuenta

La legislación permite que las empresas ajusten o suspendan sus pagos a cuenta si proyectan menores utilidades o pérdidas en el ejercicio fiscal.

Según Haro, las compañías pueden modificar este coeficiente, e incluso suspender los pagos, al presentar un estado financiero que justifique su decisión. Porto añadió que esta medida beneficia el flujo de caja de las empresas, permitiéndoles redirigir recursos hacia otros gastos operativos.

Ambos expertos coincidieron en que para realizar estos ajustes, la normativa exige que las empresas presenten estados financieros cerrados al 31 de julio y que estos estén registrados en el Libro de Inventarios y Balances, validado a través del Programa de Libros Electrónicos (PLE).

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Consecuencias para los contribuyentes

Las empresas que no cumplan con las formalidades podrían enfrentar órdenes de pago, iniciando un proceso de cobranza coactiva si no regularizan su situación.

Haro destacó que, aunque los pagos exigidos eventualmente se imputarán al IR anual, las compañías podrían experimentar tensiones de caja si proyectaban un menor impuesto al cierre del ejercicio fiscal.

Porto agregó que Sunat está utilizando estas medidas como una forma de garantizar el cumplimiento normativo, asegurando que las suspensiones se basen en información registrada y validada. Las empresas que no cumplan con los requisitos enfrentarán consecuencias financieras que incluyen pagos retroactivos e intereses.

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Posibilidad de fraccionamiento

Haro señaló que el régimen de fraccionamiento especial que ofrece SUNAT tiene limitaciones específicas. Este fraccionamiento está diseñado exclusivamente para regularizar deudas tributarias exigibles hasta el 31 de diciembre de 2023. Por lo tanto, las empresas que enfrenten ajustes derivados de las recientes fiscalizaciones y cruces de datos sobre pagos a cuenta probablemente no puedan acogerse a este beneficio.

En su lugar, Haro explicó que, si una empresa desea corregir su situación tributaria, enfrentará una multa correspondiente al 50% del tributo omitido, la cual podría reducirse hasta en un 95% si se realiza el pago dentro de los plazos establecidos. Este descuento es parte de los incentivos que ofrece Sunat para fomentar la pronta regularización de obligaciones.

Aunque el fraccionamiento especial no sería aplicable en la mayoría de estos casos, las empresas pueden optar por pagar la multa reducida como alternativa para resolver sus incumplimientos tributarios.

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SOBRE EL AUTOR

Gerardo Rosales Diaz

Abogado especialista encargado de Enfoque Legal en Diario Gestión - Actualmente, ocupa la posición de analista legal en el área de Economía en el Diario Gestión.