Beneficios tributarios: Propósito y oportunidades

Últimamente se ha hablado del otorgamiento de beneficios tributarios para ciertos sectores y resulta importante, por lo tanto, entender un poco más sobre estos. Los beneficios fiscales cuentan con un marco legal que protege nuestros intereses como país, y pueden permitir que ciertas actividades, sujetos o personas no asuman cierta carga fiscal específica, facilitando así su desarrollo y crecimiento económico. En el Perú, es incuestionable el éxito y el incremento de nuestra competitividad y la mejora en la calidad de vida de la población más vulnerable gracias a beneficios tributarios como la devolución del IGV en etapa preoperativa para proyectos de inversión o a la exoneración de impuestos a las asociaciones sin fines de lucro que canalizan donaciones.

LEA TAMBIÉN: Obras por impuestos: ¿Oportunidad empresarial?

Es fundamental destacar que el marco legal para el otorgamiento de beneficios tributarios está bien regulado. Todos quienes realizamos alguna actividad que refleje nuestra capacidad de contribuir, como tener un patrimonio (impuesto predial), realizar la compra de bienes o servicios (IGV) y obtener una rentabilidad (impuesto a la renta), estamos sujetos al pago de impuestos. Según nuestra Constitución, se establecen reglas claras sobre qué y cuánto se va a gravar, cómo debe realizarse el pago y quién debe pagarlo. Estas reglas deben respetar los principios de legalidad, igualdad y los derechos de las personas, incluyendo el de propiedad, asegurando que ningún tributo tenga un cobro desproporcionado.

En línea con ello, el otorgamiento de un beneficio tributario diferenciado debe tener una justificación económica específica. Bajo el artículo 70 de la Constitución, las leyes de beneficios tributarios requieren un informe previo del MEF y la aprobación de más de la mitad del Poder Legislativo. Además, los beneficios territoriales solo se pueden aprobar con el voto de dos tercios del Poder Legislativo. El Código Tributario establece que el proyecto de ley que lo proponga debe describir claramente los objetivos del beneficio tributario, la estimación del efecto en la recaudación y cómo este se piensa compensar, además de sustentar que se han evaluado y descartado también otras medidas, y que no se afecte a terceros.

LEA TAMBIÉN: Hay espacio para el optimismo

Sin duda, el marco legal para el otorgamiento de beneficios fiscales ha establecido reglas a seguir. En ese sentido, contemplar el otorgamiento de beneficios fiscales bajo estas reglas no resulta siendo algo malo, por lo que no debe descartarse de plano su aplicación, sino analizar el cumplimiento del marco legal establecido.

En efecto, cumpliendo los debidos requisitos, este mecanismo podría resultar siendo eficiente para lograr acercarnos a nuestras metas de, por ejemplo, desarrollo sostenible. Sobre este punto, es de común conocimiento que el cumplimiento de estos objetivos no solo depende del Estado, sino que también implica compromisos e inversiones importantes por parte del sector privado, que deberá asumir costos adicionales por la adopción de métodos y tecnologías sostenibles. Países como Australia, Canadá, Colombia, Dinamarca, México, Noruega, entre otros, han incluido en sus legislaciones beneficios tributarios vinculados a equipos de producción eficiente, manejo de residuos, construcción de infraestructura con consumo de energía eficiente, energías limpias, reciclaje, capturas de carbono, entre otros. Estos beneficios se utilizan como un mecanismo más para alcanzar sus objetivos de desarrollo sostenible y podrían ser parte de lo necesario para lograr un cambio en Perú, donde tenemos pendiente evaluar una estrategia fiscal de sostenibilidad que ponga este tema en agenda, junto con la promoción de la innovación.

LEA TAMBIÉN: Éxito en la desinversión: ¿Qué es el “drag along”?

Solo así podremos avanzar hacia un futuro más sostenible y competitivo, donde el crecimiento económico y la responsabilidad ambiental vayan de la mano.