rebajó la calificación de la (MML) de Baa2 a Baa3; así como su Evaluación Crediticia Básica (BCA, por sus siglas en inglés) de baa3 a ba1, saliendo del grado de inversión y siendo un papel especulativo o “basura”.

Tras la rebaja en el grado de calificación, Moodys cambia la perspectiva de estable a negativa. Este es un proceso que generalmente se sigue hasta observar algún cambio sobre la nueva calificación otorgada.

Para Moody’s, el cambio en la calificación refleja “una debilidad sostenida en el perfil de liquidez de Lima, un desafío crediticio clave que enfrenta el municipio”.

A ello se suma, “la incertidumbre” sobre la capacidad del municipio para mejorar sus tenencias de efectivo en los próximos 2 a 3 años, lo que aumenta los riesgos de liquidez. Las consideraciones de gobernanza también fueron determinantes en la acción de hoy, asociadas a la limitada transparencia y divulgación de su información financiera.

LEA TAMBIÉN: Lima Expresa: No hay causal para que la MML alegue una posible anulación de contrato

Moody’s proyecta que el resultado operativo bruto de Lima como porcentaje de los ingresos operativos se ubicará entre 29% y 32% en 2023-2024, lo que generará un superávit de financiamiento en efectivo sobre los ingresos totales de 9% a 12%. Estos supuestos consideran el modesto crecimiento delde Perú del 2.3% en 2023 y del 3% en 2024. Si se logra, este nivel será el segundo más sólido desde -al menos- 2013, ya que el municipio ha registrado un déficit promedio de financiamiento en efectivo del 10.7% de los ingresos durante el período 2013 -2022, que destaca los desafíos que enfrenta Lima para restaurar las tenencias de efectivo”.

La gobernanza de la Municipalidad de Lima fue una consideración crediticia clave para esta acción dada la transparencia relativamente más débil de las divulgaciones de sus informes financieros en comparación con sus pares regionales y la visibilidad limitada de su estrategia financiera y procesos presupuestarios.

Entre las fortalezas crediticias de la Municipalida de Lima -según la calificadora- se encuentra la disminución de la carga de la , medida por la deuda neta directa e indirecta a los ingresos operativos, que mejoró al 31% en 2022 del 42% en 2021 y al 58% en 2020, dado que no ha recaudado montos significativos de deuda en años recientes. La estructura de la deuda vence principalmente a corto plazo, con un 45% de la deuda pendiente con vencimiento hasta diciembre de 2023.

La calificación de la Municipalida de Lima también tiene en cuenta su sólida economía que da como resultado altos ingresos propios y sólidos márgenes operativos brutos, lo que ayudará respaldar los márgenes operativos brutos positivos previstos en 2023 y 2024.

LEA TAMBIÉN: Miraflores: ¿Puede cobrar tributos a los entrenadores por uso del parque?

Perspectiva estable

La perspectiva estable refleja la opinión de Moody’s de que la economía de Lima se mantendrá sólida e impulsará balances operativos positivos con superávits de financiamiento en efectivo ligeramente positivos, compensando parcialmente los riesgos de su liquidez limitada.

Si bien el efectivo y los equivalentes como porcentaje de los pasivos a corto plazo se mantendrán por debajo de 1.0x durante los próximos dos años, Moody’s no anticipa una disminución significativa adicional.