La demanda de bebidas alcohólicas está cerca de cerrar “en rojo el 2023″, marcado por una recesión que ha reducido los ingresos y el consumo -en general- de los hogares peruanos. De acuerdo con la información del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) la producción de bebidas alcohólicas se contrajo 18% a octubre y la de cerveza y malta retrocedió 4.3% en ese periodo; lo que iría en línea de una menor demanda de estos productos.
“De enero a octubre de este año, estos rubros vienen experimentando retrocesos. Pero, hay que recordar que se está comparando con un 2022 en el que el sector tuvo un incremento de la demanda importante”, explica Amparo Pareja, Jefa de Estudios Económicos y Sociales en la Sociedad Nacional de Industria (SNI).
Pareja recuerda gran parte de la demanda de cerveza está mayoritariamente destinada al consumo en restaurantes y hogares, que ahora enfrentan una reducción del poder adquisitivo. La Unión de Cerveceros Artesanales del Perú (UCAP) coincide con este negativo balance.
“La caída se da principalmente por el mal desempeño de la economía peruana que impacta a todos los consumidores y todos los sectores de consumo se han visto afectados. La cerveza es un producto que no es esencial, entonces se puede prescindir de ese gasto”, refiere Marco Málaga, vocero de la UCAP.
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Cerveza artesanal “en rojo”
Solo en el caso de cervecerías artesanales, se estima que la caída del sector será de alrededor de 15% al cierre de este 2023.
“En el segundo semestre nosotros esperábamos tener una recuperación, pero en ese periodo (la demanda de cerveza) cayó 10% y para el año estamos estimando un retroceso de alrededor de 15%. Es una contracción muy importante, mucho mayor a lo que estábamos esperando”, comenta Málaga.
Ante esta situación, el representante del gremio estima que un 25% de empresas del rubro de cerveza artesanal han tenido que dejar de operar este año.
“Lo que ha devenido con esto es que muchísimas de las cervecerías artesanales han tenido que cerrar. Podemos estimar que hasta el 25% de las cervecerías artesanales que existían en el Perú en el 2022, este año han tenido dejar de funcionar. Además, hay muchas que aunque no han anunciado formalmente que han cerrado, están ya prácticamente paradas”, advierte.
Agrega que “más o menos en promedio cada cervecería artesanal peruana genera unos 5 empleos directos y probablemente con 50 cervecerías que están cerrando son 250 empleos directos y alrededor de unas seis veces más en empleos indirectos. Es realmente un año muy malo para el sector”.
El rubro de cervezas ya se veía golpeado luego de la pandemia, pues en los años 2021 y 2022 los costos de los insumos subieron entre 50% a 70%, incrementos que, indica Málaga, no pudieron trasladar al precio del producto.
“La cerveza artesanal se mantuvo casi en el mismo precio y en algunos casos subió hasta 10%, pero no compensó esa pérdida de margen que se tuvo en esos dos años”, sostiene.
Aunque este año los insumos no han subido sus precios, la mínima rebaja que han tenido no ha sido suficiente pues el resto de los costos como la energía, alquileres y personal se han mantenido. A esto se suma el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC), que se aplica para corregir externalidades negativas.
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Pisco con mejores proyecciones
Aunque los datos de la SNI indican que la producción de destilados ha caído 17.6% a octubre y la de piscos se ha reducido en 18.3% en ese periodo, las exportaciones cerrarían el año con cifras ligeramente positivas.
“En cuanto a las exportaciones, en lo que va de enero a octubre la cifra asciende a cerca de US$ 7.9 millones y al cierre del 2023 llegaríamos a los US$ 10.5 millones, un alza de 0.2%. Pero, esa cifra podría ser mayor”, señala Carmen Robatty de Moquillaza, presidenta del Comité de Pisco y otras bebidas de la Asociación de Exportadores (ADEX).
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¿Qué se espera para el 2024?
A pesar del bajo desempeño que registra el sector de bebidas alcohólicas en el 2023, la SNI espera que el próximo año se impulse la recuperación con el rebote que se espera de la economía.
“En el 2024 esperamos que haya de todas formas una recuperación por múltiples factores como la moderación del fenómeno de El Niño, mayor dinamismo en la economía. Para el próximo año se espera un consumo privado ya positivo, por lo menos de alrededor del 2%, que va a ayudar al mayor consumo de la industria de alimentos como de bebidas”, comenta Amparo Pareja, de la SNI.
Por su parte, los cerveceros artesanales son cautelosos con sus expectativas de recuperación para la primera parte del año, pero hay cierto optimismo para la segunda parte del 2024. “Teniendo en cuenta que la tendencia viene negativa, no esperamos un rebote inmediato”, finaliza Málaga.