Revisión de fusión entre Pangea Luxco, ThisPan y Entel Perú pasa a segunda fase

El proceso de concentración empresarial, una práctica que normalmente pasa desapercibida en sus primeras etapas, ha alcanzado un nivel de complejidad tal que requiere una evaluación más profunda de la operación propuesta.

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Jesús Espinoza, exdirector de Libre Competencia del Indecopi menciona que en el procedimiento estándar, “la fase uno concluye sin contratiempos para operaciones que aparentan no presentar riesgos anticompetitivos significativos”.

Sin embargo, cuando se detectan preocupaciones potenciales, como puede ser el caso presente, la comisión procede a una fase dos: un escrutinio detallado que desentraña las capas más profundas de la operación propuesta.

Señala que durante esta segunda fase, que puede extenderse hasta 90 días hábiles con posibilidad de prórroga de 30 días más, “se analizarán las dimensiones y efectos del acuerdo en cuestiones como la estructura del mercado, barreras de entrada para otros competidores, y el poder económico y financiero de las entidades involucradas”.

Se explorará si la fusión podría resultar en una posición dominante que limite la libre competencia y, por ende, perjudique al consumidor peruano.

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Espinoza afirma que “este anuncio no implica un veredicto adverso para las empresas involucradas. Por el contrario, se abre un periodo en el que pueden presentar argumentos adicionales y demostrar cómo las eficiencias operativas y económicas resultantes de la fusión podrían compensar cualquier preocupación competitiva”.

De hecho, este nivel de análisis podría, eventualmente, resultar en una aprobación con condiciones específicas diseñadas para preservar la competencia y proteger los intereses del consumidor.

“Los interesados y terceros con información relevante también están invitados a contribuir en el proceso, aportando sus perspectivas y datos que podrían influir en la evaluación final”, dijo.

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¿Por qué se llega a esta fase en el proceso?

Verónica Vergaray, directora del área de competencia Philippi Prietocarrizosa Ferrero DU & Uría señala que la respuesta yace en la naturaleza misma del mercado de telecomunicaciones, que es fundamental para el bienestar económico y social de Perú.

“Es un sector que impulsa la innovación, sostiene la comunicación y, en tiempos de creciente digitalización, se convierte en la columna vertebral de la economía digital del país”, refiere.

El paso a la fase dos es indicativo de que la autoridad de competencia ha detectado la existencia de potenciales riesgos de que la concentración pueda tener un impacto negativo en el mercado que limite la competencia, dijo.

“Estos riesgos podrían involucrar desde el aumento de precios para los consumidores hasta una disminución de la calidad del servicio y la innovación”, argumenta. También puede haber -concluye- una preocupación sobre el acceso a los servicios de telecomunicaciones, que es esencial para garantizar que todos los sectores de la sociedad se beneficien de la digitalización.

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Juan Ñahue, especialista en Derecho Administrativo Económico, recuerda que no es el primer caso que la Comisión de Defensa de la Libre Competencia del Indecopi inicia la segunda fase en un procedimiento de evaluación previa de la operación de concentración empresarial, por lo que se puede mencionar los siguientes casos:

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SOBRE EL AUTOR

Gerardo Rosales Diaz

Abogado por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas. Actualmente, ocupa la posición de redactor en el área de Economía en el Diario Gestión.