Empezó en el garaje de una casa fundando La Pastana en el 2014. Cinco años después ya había creado diez marcas gastronómicas digitales aprovechando el auge del delivery en plena pandemia. Ahora Wicuk, la startups fundada por Diego Romero y que ha formado un ecosistema gastronómico prepara la adquisición de cinco marcas del rubro que operan en el Perú. En mayo próximo se cerrarían los acuerdos.
La operación estaría valorizada en aproximadamente US$ 340,000 la cual se financiará con una parte de lo que el holding logró obtener en su primera ronda de levantamiento de capital realizada en enero pasado: US$ 850,000.
“La adquisición de estas marcas son en su totalidad, desde la infraestructura hasta su modelo de delivery. Algunas de estas cinco marcas tienen hasta siete puntos de venta y algunas de ellas tienen más de 15 años en el mercado, son nombres reconocidos”, dijo Romero a Gestión.pe.
Aunque evitó revelar los nombres de las marcas hasta que la compra se cierre, adelantó que pertenecen a los segmentos de pescado y mariscos, pizzas y pastas, postres, sushi y se evalúa también una marca de pollería.
¿Por qué apostar por la compra en medio de un retador contexto económico? Romero reconoce que la situación económica todavía llevará un tiempo de recuperación en Perú, considerando que la clase media aún está afectada y es en este grupo donde está el grueso de los clientes del sector gastronómico. Frente a ello -anota- la idea es diversificar.
“Actualmente tenemos marcas propias que operan en Miraflores con tickets promedio de entre S/ 80 y S/ 100 por persona, pero también están las marcas con tickets de entre S/ 15 y S/ 20. Lo interesante de diversificar el portafolio es cubrir diferentes segmentos del mercado”, menciona. Es lo que reflejará la nueva transacción de Wicuk.
Las nuevas cinco marcas serán parte de la línea de negocio Brand que tiene la startup en la que también están sus marcas virtuales Pastana, Pizukie, Shake It, Waffle Pop y Pastelo. “Con la adquisición nos hacemos referentes del mercado y ya tendríamos 15 marcas, eso nos ayuda y genera confianza”, agrega.
La marca que dirige Romero espera realizar una nueva ronda de levantamiento de capital antes del cierre del 2022, y es que según el holding hay varios fondos de inversión a la espera de este anuncio.
Nuevos locales
Antes de la pandemia el concepto de cocinas ocultas o dark kitchen apenas se escuchaba en el Perú pero tras la llegada de la pandemia y su consecuente crisis económica, para muchos empresarios ya no era rentable mantener un gran salón o local, sino solamente alquilar cocinas implementadas e impulsar el delivery.
En ese contexto, Wicuk comenzó un proceso de expansión de dark kitchen -su otra línea de negocio-. Actualmente cuenta con locales en La Molina, Miraflores y Los Olivos. Este año abrirá dos locales más, uno en La Molina y otro en Los Olivos, y cada uno contará con entre ocho y diez espacios.
Esta apertura de nuevos espacios se explica porque la demanda por cocinas ocultas continúa. Romero señaló que el 50% de sus clientes ha renovado el contrato por un año más, y la ocupación actual es del 100%.
El alquiler del metro cuadrado de la cocina oculta se mantiene en S/ 500 que incluye luz, agua, internet, equipamiento y mantenimiento, así como áreas comunes. El siguiente paso para la startup -en un mediano plazo- es crear una academia digital para desarrollar emprendimientos gastronómicos digitales.
“El mercado peruano aún está en pañales y aún hay mucho por expandir sobre todo en Lima. Proyectamos que recién para el 2030 exista en América Latina un mercado digital fuerte y optimización logística”, finalizó Romero.