Solo en los cinco primeros meses del 2023, el precio de los alimentos se elevó en 6.6% en medio del aumento sostenido de costos. En el rubro de salsas, Aliex reconoció que la producción enfrenta presiones de inflación en el suministro de aceite y el huevo por factores globales. Sin embargo, aseguró que trasladar todo el incremento al consumidor final es complicado, sobre todo, por la guerra de precios que vive la categoría. Ante ello, la empresa despliega una “estrategia defensiva”.
Gilmer Cacho, gerente general de Aliex, reportó que las ventas del primer trimestre solo crecieron en 5% por el impacto de las protestas sociales en el sur y del ciclón Yaku, en el norte. A dichos factores, se suma la creciente competencia.
“Han salido nuevas marcas económicas y el líder de la categoría (Alicorp) también lanzó su marca de precio bajo”, comentó a Gestión, tras mencionar que esta dinámica se registra con mayor intensidad en el canal moderno.
Ante esa situación, la compañía prueba una fórmula basada en dos ingredientes: exportaciones y marcas blancas (para terceros). En el exterior, el ejecutivo destacó que las ventas crecen en 30%, precisamente, apoyadas por la producción de dichas marcas. Así, el desarrollo para el mercado internacional continuará.
Para Chile, producirán salsas para un segundo supermercado –hoy ya atiende a Tottus-; y para Estados Unidos, elaborarán pastas culinarias -de ajo, rocoto y de otros vegetales- de una marca que compite en Walmart. Además, tras certificar la planta de Lurín con el sistema británico BRC, apunta a Europa.
“Con pulpas asépticas buscamos llegar al mercado industrial de Europa y, con pastas culinarias, al mercado nostálgico de peruanos migrantes en la Comunidad Europea vía minimarkets latinos”, manifestó.
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En marcas propias, precisó que la apuesta continúa con Walibí y el reciente desarrollo de salsas para tallarines en el mercado local. En Chile, esta marca sigue ampliando su presencia y, en EE.UU., repotenciarán la distribución en Florida y New Jersey.
A partir de estas iniciativas en el exterior –donde la empresa genera alrededor del 10% de sus ventas totales- y en Perú, la compañía confía en crecer 20% al cierre del 2023.
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Pulpas para nuevos sectores
En el negocio de pulpas de frutas, Aliex también busca impulsar exportaciones, sobre todo, de procesados de camu camu y lúcuma, con creciente demanda en el exterior. De igual manera, apuesta por el kion o jengibre, abriéndose así a nuevos sectores.
“Vamos a apuntar al jugo de jengibre, que tiene usos en la elaboración de sopas y hasta en las bebidas alcohólicas. Son pulpas en envases con sistema aséptico (sin conservantes)”, refirió Cacho.
En el mercado de pulpa convencional, mencionó que consiguen más clientes en los segmentos de producción de refrescos y yogurt. Además, adaptan las fórmulas para elaborar pulpas y mermeladas especiales requeridas en la panificación y repostería.
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Inversiones y proyectos industriales en Lurín
En el 2022, Aliex invirtió un capital “suficiente” en activos fijos, equipamiento y sistemas de calidad en la planta de Lurín. Así, el 2023, la compañía reducirá su desembolso en la fábrica a menos de S/ 3 millones.
Sin embargo, ya empieza a planificar un nuevo periodo de desarrollo de proyectos.
“Queremos terminar de pagar créditos que tenemos por equipamiento de producción y un terreno aledaño a la planta de Lurín, donde tenemos proyectos industriales interesantes”, reveló Cacho.
Sin embargo, prefirió mantener en reserva los detalles de las líneas de producción que desarrollaría en dicho predio. En los últimos años, la compañía realizó ya una ampliación en su actual planta.