
¿Qué planes tiene para el Perú la multinacional metalúrgica OCIM? La compañía, que opera en el país a través de su subsidiaria Soleil Metals, concretó en marzo la compra de dos plantas de procesamiento de mineral principalmente de oro en Arequipa, Chala One y Kori One, que pertenecían a Inca One Gold Corp. Iván Salas, director de OCIM en Perú y CEO de Soleil Metals, adelantó a Gestión los próximos pasos de la firma dedicada al procesamiento de oro adquirido a mineros formales y que incluyen nuevas adquisiciones.
¿Cuáles son las expectativas o metas que se han trazado con estas dos plantas?
La compra se concretó a fines de marzo y, en tan solo tres meses, logramos producir nuestra primera barra de oro en el Perú. Desde entonces, venimos ejecutando un plan de inversiones orientado a recuperar y optimizar los activos. Producto del conocimiento técnico del equipo de gestión que lidero, pudimos reactivar las operaciones de manera rápida y eficiente.
El propósito en el Perú va más allá de producir oro, por el contrario, nuestro enfoque es la producción de oro responsable.
Menciona que se está ejecutando un plan de inversión, ¿de cuánto es y qué incluye?
Tenemos un plan de inversiones de US$ 10 millones, enfocado exclusivamente en activos. Es un plan a ejecutarse en un plazo de año y medio, principalmente destinado a infraestructura, que es lo que nos permitirá tener las plantas completamente operativas. A la fecha, ya hemos implementado más del 60% de la inversión. Es importante destacar que este monto proviene directamente del accionista único, el Grupo OCIM.
¿Cuánto están produciendo actualmente?
Iniciamos con un volumen de producción de alrededor de 2,000 toneladas en el primer mes de compra de mineral y procesamiento. En el segundo mes subimos a 3,000 toneladas. Hoy nos mantenemos sobre las 4,500 toneladas al mes y proyectamos llegar a 5,000 este mes.
Estamos en una etapa de crecimiento progresivo, un despegue suave. Si bien llevamos ya casi seis meses desde que cerramos la compra, alcanzar 5,000 toneladas mensuales es un hito importante. La producción no es el mayor desafío, sino garantizar el compliance de cada gramo de oro que compramos (a los mineros formales), porque ese es el verdadero valor de nuestro modelo.
Cuando habla de “oro responsable”, ¿qué significa en la práctica?
En primer lugar, solo trabajamos con empresas o mineros que son formales o que están en proceso de formalización, inscritos en el Reinfo. Desde el inicio registramos al cliente en nuestro sistema, verificamos su RUC y toda la documentación contable correspondiente. Lo más importante es que el 100% de nuestras operaciones se realiza a través de transacciones bancarias electrónicas. No usamos efectivo: todo es trazable. También promovemos que los pequeños productores se bancaricen y operen de manera formal.
En la parte ambiental y social, solo compramos mineral en roca para procesar y ofrecemos soporte técnico a nuestros clientes para que cumplan con la normativa de seguridad y ambiental, que implica cero usos de mercurio y de químicos en las operaciones. De esta forma, impulsamos el cuidado del medioambiente y la conciencia de que proteger sus tierras es también proteger su propio futuro.
Respecto a la trazabilidad, nuestro equipo técnico documenta los volúmenes de producción de cada mina desde el origen. Usamos imágenes satelitales, registramos datos de extracción, fotografiamos y trazamos cada carga de mineral hasta que llega a planta. Este sistema nos garantiza la procedencia formal y genuina del mineral. Para lograrlo, contamos con equipos comerciales y técnicos desplazados en las zonas de producción.
¿Cuál es hoy el número de mineros formales con los que trabajan en la adquisición de oro?
Trabajamos con cerca de 95 mineros, menos de cien en total. Preferimos tener pocos pero buenos clientes, que son pequeños productores que genuinamente buscan formalizarse y hacer las cosas bien. Los identificamos y trabajamos de la mano con ellos para cumplir con los estándares de formalización y producción responsable.
En términos de capacidad de las plantas procesadoras, en 2023 estaban alrededor del 20%. ¿Cómo están ahora?
Tenemos una capacidad de procesamiento cercana al 40%–45%. De acuerdo con nuestro plan, esperamos cerrar el año alcanzando alrededor del 60%.
Para nosotros, el crecimiento está directamente ligado a la acreditación de más mineros con su debida diligencia y trazabilidad. Nuestro gran trabajo es precisamente ese, garantizar compliance, trazabilidad y debida diligencia, lo que nos permite incrementar de manera responsable nuestros volúmenes de compra.
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Las nuevas adquisiciones en camino
¿Qué se viene ahora?
La primera etapa de inversión, que empezó con las compras de las plantas, está enfocada en dejar completamente operativas ambos activos. Sin embargo, la ambición de la compañía es clara, como es crecer en volúmenes. Para ello, tenemos un plan de diversificación que incluye no solo ampliar nuestra capacidad de compra y procesamiento de mineral, sino también evaluar la adquisición de operaciones o minas que nos permitan autoabastecernos. Además, contemplamos una diversificación geográfica como parte natural de nuestro plan estratégico de crecimiento.
En concreto, el primer paso es consolidar nuestras dos plantas al 100% operativas y reforzar nuestro sistema de trazabilidad y cumplimiento ESG. Queremos acreditar nuestras plantas con el Swiss Better Gold y operar bajo los lineamientos del Toolkit del London Bullion Market Association (LBMA). Esto es fundamental, porque nosotros exportamos únicamente a refinerías acreditadas por la LBMA. Así, el oro que vendemos desde Perú tiene trazabilidad total y puede ser adquirido por cualquier banco central en el mundo.
¿Cuándo se podría concretar esta segunda etapa de su plan de crecimiento?
A mediados de 2026 esperamos estar en plena capacidad operativa para tomar el control de nuevas operaciones. Nuestro objetivo es que, entre el presente año y el primer trimestre de 2026, podamos estar listos para concretar la adquisición de activos. De hecho, la evaluación de nuevos negocios y operaciones ya ha comenzado. El Grupo OCIM es muy sólido y tiene amplia experiencia en financiamiento y adquisiciones, por lo que tenemos varias oportunidades en carpeta.
Estamos seleccionando cuidadosamente las operaciones que resulten estratégicamente convenientes y complementarias a nuestras plantas actuales. Pensamos siempre en el cliente final, como es el consumidor que adquiere una joya y puede escanear un código QR para conocer el origen del oro.
¿Cuál es el enfoque geográfico de esa expansión?
Estamos alineados con el concepto de producción de oro responsable y buscamos zonas de menor riesgo donde podamos desarrollar minería sostenible. Nuestro foco principal sigue siendo la zona sur, con Arequipa como eje, pero nuestro plan de acción incluye Cusco, Apurímac e Ica, además de Lima y Áncash, donde ya tenemos clientes (mineros formales que le vende oro). Queremos crear sinergias alrededor de nuestras plantas actuales.
¿Ya están en conversaciones para concretar compras?
Sí, recibimos propuestas de manera constante. Hoy, con el buen momento del oro, todos parecen tener una operación en venta, pero nosotros buscamos principalmente operaciones en marcha. Eso reduce las oportunidades a cerca del 10% de lo que se ofrece, pero el portafolio de proyectos en el Perú es muy interesante en este momento.
¿Se podría concretar alguna adquisición antes de 2026?
Nuestro horizonte está fijado en 2026. Estamos cómodos con ese plazo para cerrar las inversiones de integración vertical que tenemos en plan.
¿Qué nivel de inversión demandará esta segunda etapa?
El plan actual de US$ 10 millones está destinado al Capex de nuestras plantas. Para nuevas adquisiciones, la inversión dependerá de cada oportunidad. OCIM es un grupo sólido, capaz de absorber operaciones de pequeña y mediana minería, que es nuestro principal foco por atender minería artesanal y de pequeña escala. Tenemos en evaluación operaciones que van desde US$ 30 millones hasta US$ 120 millones, de acuerdo con su potencial y contenido de oro.
¿Tienen previsto desarrollar una tercera planta de procesamiento?
Sí, siempre hemos tenido el interés y el apetito de desarrollar una tercera planta, en una ubicación diferente a la del sur. Estoy convencido de que una planta bien gestionada, con estándares de calidad, trazabilidad y criterios ESG, contribuye directamente a la formalización y a una producción responsable en el país. Perú es, para nosotros, un ejemplo de cómo se puede apoyar a la producción de mineral de pequeña y mediana escala de manera responsable. Por eso creemos que hay espacio en el país para una tercera unidad, manteniendo siempre nuestro enfoque de producción responsable.
¿Y este proyecto de tercera planta podría desarrollarse en paralelo con las adquisiciones?
Dependerá de cumplir primero con nuestro objetivo principal, que es consolidar las dos plantas que ya tenemos bajo control y completar su acreditación. Estamos en pleno proceso de revalidación del Swiss Better Gold y muy avanzados en sus diferentes etapas. Esperamos tener esta acreditación en un plazo máximo de 30 a 60 días. Una vez logrado esto, nuestro plan es replicar la “receta” en una tercera planta.
Entonces, ¿podríamos esperar la concreción de este proyecto en 2026?
Sí, lo vemos factible para finales de 2026. Nuestra primera opción sería adquirir una planta existente, aunque no descartamos desarrollar una desde cero si es necesario. Además, buscamos que esta nueva planta esté ubicada en el centro del país para descentralizar un poco nuestras operaciones del sur.
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Licenciada en Periodismo por la Universidad Jaime Bausate y Meza con 20 años de experiencia profesional. Laboró en medios de comunicación como TV Perú y Perú21. También ejerció en gremios como la SNMPE y SNI. Desde el 2016, es parte del diario Gestión.








