El ingreso de la aerolínea brasileña Gol al proceso de reestructuración bajo el Capítulo 11 culmina una increíble racha de quiebras de líneas aéreas latinoamericanas, lo que demuestra que la industria sigue luchando con el persistente impacto financiero de la pandemia años después de que el virus prácticamente desapareciera de la vida cotidiana.
Gol Linhas Aéreas Inteligentes SA informó el jueves que planea seguir operando durante el proceso de quiebra, que incluye la reestructuración de sus obligaciones financieras a corto plazo, como la renegociación de contratos con arrendadores. La empresa aseguró que saldrá del proceso con la estructura de capital “correcta”.
La aerolínea de bajo costo, que tenía un tercio de la participación del mercado nacional brasileño a fines del año pasado, ha tenido dificultades para recuperar su posición financiera desde que los viajes ser vieron afectados por la pandemia de covid-19, lo que obligó a las empresas a suspender sus vuelos y tuvo un costo estimado de US$ 21,000 millones para el sector.
Tres de las mayores aerolíneas de la región —Avianca Holdings SA, Latam Airlines Group SA y Grupo Aeroméxico SAB— se declararon en quiebra en 2020 en procesos que se prolongaron durante años. En los tres años siguientes, empresas más pequeñas como la mexicana Interjet y la colombiana Viva Air cerrarían sus operaciones.
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“La volatilidad de la industria es mayor en Brasil dada la exposición a los costos en dólares estadounidenses, y América Latina en su conjunto tiende a sufrir más en un entorno de inflación y tasas altas, lo que afecta el ingreso disponible y la demanda de vuelos”, señala Carolina Chimenti, analista de crédito de Moody’s Investors Service. “Las aerolíneas de la región deben ser más conservadoras con su capital”.
La demanda de vuelos ha recuperado en gran medida los niveles anteriores a la pandemia en América Latina, pero Gol nunca logró deshacerse de la resaca financiera. A diferencia de sus homólogas estadounidenses y europeas, Gol y sus pares brasileñas no recibieron rescates. Solo recientemente el Gobierno brasileño empezó a considerar la entrega de préstamos como parte de un plan para aliviar la presión financiera sobre las aerolíneas locales.
US$ 4,200 millones
La presión llevó a Gol a realizar más de 10 procesos de gestión de pasivos o aumentos de capital desde principios de 2020. Según informó, su deuda consolidada al 31 de diciembre era de aproximadamente US$ 4,200 millones, incluidas las obligaciones de arrendamiento.
La inmovilización temporal de los aviones Boeing 737 Max 8 y las condiciones crediticias mundiales estrictas fueron algunos de los factores que la llevaron a declararse en quiebra, según el responsable de reestructuración de Gol, Joseph Bliley. Pero el mayor problema fue el impacto financiero duradero de la pandemia. En el punto álgido de la emergencia, Gol operaba menos de 50 vuelos diarios, una reducción del 90% de su programación habitual.
“El componente más significativo de los shocks económicos que provocaron la actual crisis de liquidez de los deudores fue la pandemia de COVID-19″, escribió Bliley en una declaración al tribunal de Nueva York.
La quiebra de Gol también muestra la bifurcación de la industria aérea latinoamericana desde la pandemia. Avianca, Latam y Aeroméxico han registrado sólidas cifras financieras y han atraído a los inversionistas desde que salieron del proceso del Capítulo 11. Los bonos de las tres aerolíneas han promediado ganancias del 21% durante el último año, uno de los mejores rendimientos de la deuda corporativa de la región en el período, según datos compilados por Bloomberg.
Sin embargo, los bonos de Gol, con sede en São Paulo, han caído a territorio de distress. Lucror Analytics estima que el valor de recuperación de los bonos en dólares no garantizados con vencimiento en 2025 se sitúa entre el 15% y el 20%, aproximadamente en línea con los niveles actuales. Sus acciones se hundieron hasta un 14% el viernes ante las expectativas de que los tenedores de valores serán en gran medida eliminados como parte del proceso del Capítulo 11.
El director ejecutivo de Gol, Celso Ferrer, señaló el jueves que espera que el proceso sea más breve que el de sus pares, ya que no hay más limitaciones relacionadas con la pandemia y la demanda se ha recuperado.
Hay quienes dicen que la reestructuración podría allanar el camino para una posible consolidación.
La adquisición Gol por parte de su rival Azul SA, seguida de una asociación con Abra —la matriz de Gol y de la colombiana Avianca, creada en 2022 en un intento por mejorar los costos— podría ser “una propuesta interesante”, según Savanthi Syth, analista de Raymond James. “Debido a la menor superposición de redes, creemos que dicha adquisición podría pasar el escrutinio regulatorio”.
Un representante de Azul declinó hacer comentarios, mientras que Abra Group no respondió de inmediato.
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