La Delaware Chancery Court (DCC), una de las tres cortes constitucionales del Estado, especializada en derecho comercial, es considerada desde hace más de un siglo como uno de los pilares del capitalismo en Estados Unidos, ya que es la jurisdicción de referencia de cerca de dos tercios de las 500 mayores empresas del país.
Según datos de este Estado del este del país, cerca de 80% de los ingresos a bolsa fueron registrados en su territorio: las empresas confían en la experiencia de sus jueces y en la estabilidad de su sistema jurídico.
Pero una reciente decisión de la DCC en contra de Musk enfureció al empresario, que considera a la corte como un refugio de abogados ultraortodoxos y de jueces que se interponen entre él y su visión empresaria y sus decisiones estratégicas.
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A fines de enero, un juez falló a favor de un accionista del fabricante Tesla, que solicitaba la anulación de un plan de remuneración acordado en el 2018 a Musk, fundador de la empresa, que alcanzaba los US$ 56,000 millones.
“SpaceX se mudó de Delaware a Texas”, anunció Musk el miércoles en su red X (ex Twitter), y agregó: “Si su empresa sigue registrada en Delaware, les recomiendo moverla hacia otro estado lo antes posible”.
“Muy buen trabajo”
Primer estado en ratificar la Constitución de Estados Unidos, Delaware y sus tribunales siempre jugaron un papel central en la industria estadounidense.
La DCC es “casi una agencia de gobierno en los hechos”, que fija las reglas para las empresas, según Omari Scott Simmons, profesor de Derecho de la Universidad George Washington.
Pilar del emprendedurismo, es una de las instituciones de referencia en materia de funcionamiento interno de las multinacionales estadounidenses.
“Hay algo muy curioso en Estados Unidos, que hace que si se crea una empresa, se pueda elegir qué leyes se aplicarán y qué corte estará encargada de su aplicación”, destaca Simon Lorne, vicepresidente y director jurídico de Millenium Management.
“La única alternativa sería una legislación federal, pero pienso que sería un error para todo el sistema. Y Delaware hizo un muy buen trabajo en los últimos 100 años”, añadió.
La jurisprudencia de la corte es más que centenaria y las empresas acatan las decisiones de la DCC. Además, los jueces no son electos como en muchos estados, ni tampoco nombrados por políticos, sino escogidos por comisiones no partidarias que consideran su conocimiento y formación, destaca Omari Scott Simmons.
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Mudanza
El fastidio de Musk lo llevó a mudar SpaceX a Texas, uno de los raros estados, junto con Nevada, que trata de construir un sistema legal pasible de competir con Delaware.
Musk mudó además su start-up que fabrica implantes cerebrales, Neuralink, a Nevada, donde instaló la sede de X tras comprarla.
También había desplazado Tesla de California a Texas.
En todos los casos excepto Tesla, las empresas no cotizan en bolsa y Musk tiene el control total de las firmas. En casos de empresas de capital abierto, los accionistas pueden tener la posibilidad de bloquear un cambio de sede.
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