Cuando hace 11 años, Roberto Mamani egresó de la carrera de Gastronomía, ya tenía la visión de “emprender y se quiso enfocar en un producto tradicional pero que en ese momento no era tan masivo ni tenía el boom que hoy ha cobrado: la hamburguesa.
“Lo que había en el mercado era la clásica hamburguesa procesada, o el sanguchón, ese que comes cuando sales de clases o de una fiesta, pero no encontrabas el sabor de casa, algo más artesanal”, dice el fundador de la marca.
Por eso, pensó que con lo que había estudiado y su gusto por estas comidas, era el momento ideal para emprender un negocio con un producto fast food, pero 100% casero.
El negocio empezaría en Chorrillos, su barrio de nacimiento, y precisamente Carnívoro vio la luz a la par con otro proyecto, el Metropolitano, y como la estación Mattelini estaba cerca donde vivía Mamani, decidieron que ahí debería estar el primer local, para aprovechar el tráfico de público que se iba a generar.
“Trabajamos una receta artesanal y poco a poco nos hicimos conocidos en la zona. Estuvimos con un local casi tres años, y luego abrimos el de Manuel Villarán en Surquillo”, explica.
Para que la marca crezca y se posicione lo que implementaron como un sello, y que aún se mantiene, fue el Reto Carnívoro, que consiste en un reto de comida extrema.
“Con esto, la marca creció más en distritos de Lima, con gente que iba hasta Chorrillos, y por ello, fuimos a Punta Hermosa, Barranco, Surco, y empezó la expansión”, sostiene Mamani, tras anotar que la marca se enfoca a un segmento B y C, y que tiene un ticket promedio de S/ 17.
Así fue como crecieron y antes de pandemia tenían 25 locales, todos con franquicia, siendo Mamani dueño de la misma.
“Con la llegada de la pandemia lo primero que hicimos fue negociar alquileres, pero se tuvo que cerrar seis locales porque no se llegó a un acuerdo”, explica. Uno de ellos ya reabrió, el de La Molina.
Otro de los planes, dice Mamani, es recuperar las posiciones que dejaron, proceso en el que avanzan, además de cubrir distritos donde no han llegado hasta el momento.
En total este año sumaron dos nuevos locales, y el 2022 abrirán cuatro más.
El mercado de provincias también ha estado en su radar y se encuentran en Huancayo, y en otras ciudades están por abrir. “Estamos viendo nuestro ingreso a Trujillo, Piura, Chiclayo, Arequipa, Cusco e Iquitos”, refiere.
En tanto, en 2022 empieza su salida al exterior y llegarán a Colombia, Bolivia, Chile y Ecuador.
Creando en pandemia
En plena pandemia Roberto Mamani lanzó otra marca: Pollívoro Express, enfocado en la venta de pollos a brasa, con venta a través de delivery, pick-up y apps. Esta idea la tenía prepandemia, pero al fin vio la luz en agosto de 2020.
El objetivo de Pollívoro Express es vender pollos a brasa, papas, mayonesa y ají, todo producido por ellos. No buscan hacer fusiones o vender otros productos, sino tal cual este plato bandera, dice.
Hoy cuentan con tres locales, el primero en Surco, seguido de Miraflores y Surquillo. “El de Surco es el único que no es franquicia, pero los demás y los que vengan serán bajo esta modalidad. Ya viene La Molina, San Miguel y Surco, que estamos cerrando”, detalla Mamani, quien agrega que la marca va para un segmento AB y su objetivo es que se posicione en ese sector y de ahí saltar al C.
Siendo tan típico el pollo a la brasa, Mamani considera que es un producto que tendría una mejor performance en el exterior que en provincias.
“Ya he tenido propuestas para llevarlo a Estados Unidos, donde venderíamos la matriz para que en ese país se venda la marca”, afirmó