La escasez de pota que viene afectando desde hace varios meses al Perú y, sobre todo, las causas que lo originaron siguen siendo un tema de discusión entre los directamente afectados: pescadores artesanales y empresas del sector de pesca para consumo humano directo y las autoridades del sector.
A agosto, las exportaciones de jibias, calamares y pota congelados cayeron en 49.3%, según datos de la Asociación de Exportadores (Adex), mientras que en los mercados se empieza a acusar un desabastecimiento de esos recursos y alzas de precios. En mayo, su valor era de S/7.00 por kilo y, al inicio de la semana del 7 de octubre, alcanzó los S/26 en terminales pesqueros de la capital.
Para los pescadores artesanales y algunos empresarios del ramo, la culpa de la escasez es atribuible a una mayor presencia de embarcaciones pesqueras chinas dentro de las 200 millas del mar territorial del Perú. Esto se complementa con una presunta falta de control de parte de las autoridades marítimas, aunque esta hipótesis fue descartada por las mismas.
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Según datos de la Organización Regional de Ordenamiento Pesquero del Pacífico Sur (Oropps), ya en el 2021, se estimó que la flota pesquera china en esta zona de Sudamérica llegaba a cerca de 700 naves y sería la responsable del 40% de los desembarques de calamar gigante (pota).
Vale recordar que, el año pasado, se estimó que la pesca de dicha especie en el Perú alcanzó las 650,000 toneladas, siendo la segunda más extraída (después de la anchoveta). Sin embargo, en lo que va del 2024, se calculó que su pesca es apenas cercana a las 300,000 toneladas.
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Reacciones
Luego de continuos reclamos de que el Gobierno no estaría enfrentando esta presunta depredación del recurso, a fines de setiembre, el Ministerio de la Producción (Produce) emitió el decreto supremo 014-2024-PRODUCE, que estableció medidas para prevenir, desalentar y eliminar la pesca ilegal en el Perú.
La norma estableció que toda embarcación pesquera extranjera que ingrese a aguas nacionales debe acogerse al sistema de seguimiento satelital. En su defecto, su país de bandera debe cumplir un proceso de homologación con el Produce para poder acceder al mismo sistema de seguimiento satelital que mantiene con su país de pabellón.
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Sin embargo, para Luis Icochea, investigador en oceanografía de la Universidad Agraria La Molina, no es que la flota pesquera china haya invadido nuestro mar territorial para pescar masivamente la pota. Lo que ocurre, explicó, es que ese recurso, que usualmente se encuentra cercano a la costa peruana, se ha alejado y desplazado a la zona donde se concentran dichas embarcaciones.
Icochea, también ex director del Instituto del Mar del Perú (Imarpe), explicó a Gestión que, según información que recogieron (junto a otros investigadores) hasta este mes y que vienen recopilando luego de analizar más de 60,000 viajes de pesca en los últimos cuatro años, este alejamiento de la pota responde a diversas condiciones oceanográficas.
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Factores
En primer lugar, refirió que, según sus observaciones, la flota pesquera china -que se estima en cerca de 700 naves-, permanece concentrada fuera de las 200 millas del mar territorial, frente al litoral centro y sur del Perú. Para detectar su movimiento, la situación parecería no tan compleja como se cree.
Explicó que su ubicación se puede detectar directamente a través de imágenes satelitales, dado que esas embarcaciones emplean sistemas de iluminación especial para atraer a la pota y capturarla, generalmente, en faenas nocturnas. Esto, al mismo tiempo, facilita conocer su posición en tiempo real por la noche, por la luz que emiten.
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En segundo lugar, señaló que se produjo el ingreso de aguas oceánicas con determinados niveles de salinidad, temperatura y contenido de oxígeno a nuestro mar. Esto ha llevado al alejamiento de la pota fuera de la costa peruana, más allá de los límites de las 200 millas.
A este escenario se suma el descenso de la temperatura del mar por el último invierno frío. Con esto, se ha dispersado esa especie y facilitado su pesca por la flota china concentrada en esa zona. Es decir que, concluyó, indirectamente los pesqueros chinos se han visto favorecidos.
Además, observó que, al haber más presencia de esas embarcaciones, pero menos anchoveta en esa zona (que es alimento del calamar), están pescando ejemplares aún en proceso de crecimiento. Agregó que esto podría afectar su reproducción.
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Pronóstico
Sin embargo, Icochea refirió que esas condiciones que propiciaron el alejamiento de dicho recurso, a más de 250 millas de la costa, ya se están revirtiendo. Ahora, se le pueden encontrar dentro de las 220 millas y podrían llegar a entre 50 a 60 millas (dentro del mar territorial), en el lapso de entre una semana a 15 días.
Además, si bien la Comisión Multisectorial encargada del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen) pronosticó la llegada del Fenómeno La Niña para el presente mes, Icochea señaló que la llegada de la primavera y el verano van a desplazar las aguas frías que podrían volver a alejar a la pota. Por lo contrario, traerían temperaturas propicias para su presencia en nuestro mar, lo cual mejoraría las condiciones para su pesca.
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En tanto, Alex Gamarra, investigador del Imarpe, informó que actualmente se está realizando un crucero de investigación, cuyos resultados sobre diferentes recursos marinos esperan poder comunicar al Produce, incluyendo la pota.
Recordó que, luego del fenómeno El Niño ocurrido entre los años 1997 y 1998 y entre el 2015 y el 2016, se vio también una disminución en la pesca del calamar gigante, pero que luego su presencia se normalizó.
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Comunicador social. Estudió en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, e Inglés en la PUCP. Diplomado en Economía y Finanzas en la Universidad de Esan.