
Los seguros de vida muestran una evolución positiva en los últimos 12 meses, luego de la inestabilidad registrada durante los años de crisis sanitaria, y ya operan en niveles similares a prepandemia.
“Hay gente joven, pero el promedio de ingreso (a este producto) es a los 30 años y los plazos que toman van de 10 a 20 años. La mayoría toma plazos más pegados a los 20 años, porque periodos largos les permiten una mejor planificación para edades avanzadas”, comentó a Gestión Milagros Latuf, gerente técnico de Producto Vida de La Positiva Seguros.
La preferencia por estas pólizas responde a su flexibilidad, pues se adaptan a los distintos perfiles de los clientes y a las necesidades que buscan cubrir, señaló.
LEA TAMBIÉN Empresarios comienzan a asegurar a su familia contra extorsión y secuestro, ¿y trabajadores?
Sin embargo, precisó, los productos de vida con componente de ahorro e inversión son los que están creciendo mucho y es hacia donde apunta el mercado de los usuarios jóvenes, comportamiento más acentuado en los últimos 18 meses.
Hace cinco años, la cartera se componía de un 80% seguros de vida tradicional y 20% con ahorro, pero hoy se está reconfigurando en 50% productos tradicionales, 25% ahorro y 25% inversión, detalló la especialista.
“No es un producto costoso, aunque esto va a depender de lo que cada persona decida ahorrar cada persona, de la suma asegurada, la edad del titular, entre otros factores. Pero la variable principal es la capacidad de ahorro del cliente”, indicó.

Perfil
Si bien el grueso de usuarios tiene entre 30 y 40 años, cada vez ingresan personas más jóvenes. En gran parte, los asegurados son profesionales no necesariamente formados en finanzas, pero sí con conocimientos en temas financieros, precisó.
Cada vez desde más jóvenes empiezan a tener contacto con alternativas de ahorro e inversión y cuando logran tener una fuente de ingresos o acceden a fondos extraordinarios, como los recursos que se han ido liberando en los últimos años, optan por entrar a estos productos, destacó Latuf.
Según la experta, por ejemplo, un producto de vida inversión puede tener un rendimiento variable proyectado de 8.8% en dólares, con una suma asegurada de US$ 200,000, un pago mensual de US$ 100 por el seguro.
“Es una simulación con condiciones tentativas. La rentabilidad puede variar dependiendo de las condiciones de contratación de cada cliente, así como el monto de ahorro”, puntualizó.
LEA TAMBIÉN Ante ola de extorsiones, peruanos ahora recurren a seguros del exterior, ¿qué les exigen?
Refirió que, en el caso de los productos de inversión, los usuarios pueden elegir el tipo de activos que desean tener en sus fondos, sea un portafolio más dinámico que implica un poco más de riesgo, uno moderado o más conservador.
Hipoteca
La especialista mencionó también otro producto que está siendo demandado por los usuarios, el seguro de vida hipoteca, que permite el endoso de la póliza al crédito hipotecario.
“Este seguro entra en el análisis de los jóvenes, pues es una forma de ahorro en reemplazo del seguro de desgravamen que generalmente se ofrece con el financiamiento”, expresó.
Su pensamiento es que podrán pagar cada vez menos por el crédito, sienten que van a tener más excedentes para seguir ahorrando y luego lo ven materializado en sus flujos, acotó.

Seguro de sepelio
Dentro del cuidado familiar, está el producto de sepelio que viene colocando muchas pólizas porque tiene un ticket bajo, orientado a un segmento C y D, resaltó Milagros Latuf.
Es un seguro específico que sirve de soporte para las familias ante el fallecimiento de uno de sus miembros, dijo. “Ayuda a tener, por lo menos, la parte económica y el trámite de sepelio resuelto”, indicó.
“Por ello, estamos mejorando nuestro seguro de sepelio, haciéndolo personalizado para las familias que vemos que lo requieren más”, comentó. Así, se ha generado el seguro joven, familiar y familiar extendida, detalló.
LEA TAMBIÉN Banco Mundial preocupado por publicidad de rendimiento de seguros de vida: los riesgos

Economista de la Universidad de Piura. Actualmente se desempeña como redactor de Finanzas en Diario Gestión.








