Conforme se enraíza la ley del Congreso que pone topes a las tasas de interés de los créditos, más nocivo es su impacto.
Hasta mayo del año pasado, el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) mostraba un dato grave: 226,000 personas quedaron excluidas del acceso al crédito en el sistema financiero a raíz del tope a las tasas, vigente desde mayo del 2021.
Sin embargo, a partir de cálculos más recientes del mismo instituto emisor, el presidente de la Asociación de Bancos (Asbanc), Martín Naranjo, advierte que la cifra de afectados por la referida norma se engrosó.
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Medio millón de familias excluidas por los topes a las tasas de interés
“Son medio millón de familias que están siendo afectadas, excluidas, y eso es un problema más grave pues también lleva a crecer un mercado informal de préstamos muy vinculado a la violencia (créditos a gota)”, refiere.
“Cualquier iniciativa para corregir eso, será bienvenida. Esas familias han perdido el acceso al crédito o no la han tenido en este periodo”, añade.
Sobre el alza de la morosidad de los préstamos, de 3.96% a 4.3% en el año, Naranjo afirma que tiene que controlarse con las provisiones y capital de la misma banca, y con las medidas del Ejecutivo y sus programas. Pero incluso, para salir del problema de la mora, más efectiva que esas fortalezas será lograr la reactivación, sostiene.
Naranjo reconoce que la capacidad de pago y de endeudamiento de las personas se ha reducido porque sus ingresos reales son menores a causa de la inflación acumulada en tres años.
Esas limitaciones para los deudores se superarán con la reactivación, lo que a su vez se logrará con la simplificación administrativa y burocrática, eliminación de trabas y reanudación de proyectos de inversión paralizados, enfatiza. El sistema financiero usará también los “instrumentos que pueda necesitar para pasar esta ola”, agrega.
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Bancos deben cubrir riesgos de El Niño y los de índole política
Hasta hace unos años, se hablaba del riesgo de los cambios climáticos y de su impacto en el sistema financiero a través de mayores exigencias de capital y provisiones a los bancos, aunque tales amenazas no eran muy tangibles y hasta parecían etéreas,
Hoy, sin embargo, son más más palpables, con la ocurrencia de Yaku en el verano y la proximidad de El Niño; y lo mismo pasa con los riesgos políticos.
Los bancos, por norma, deben incorporar y provisionar (cubrir) tales riesgos, lo que implica mayores gastos que se reflejan en los resultados financieros del sistema bancario, cuyas utilidades a setiembre se contraen en 3%.
¿Hasta qué punto esos riesgos pueden debilitar a la banca?, se le inquiere a Naranjo, quien argumenta: “La primera línea de defensa son las provisiones, las utilidades del propio sector y, en adición, un tercer nivel es la capitalización, que hoy excede largamente los requerimientos regulatorios (que establece la SBS). Eso va acompañado de una posición de liquidez muy fuerte, que a la vez es respaldada por los fundamentos macroeconómicos. Nadie dice que no son impactos importantes, sino que estamos en plena capacidad de absorberlos y de acompañar la reactivación”.
Y, en caso fuese necesario, sostiene que los accionistas de los bancos están en condición de aportar mayor capital, “pero en este momento, la posición de capital de los bancos es muy solida y por encima de los requerimientos regulatorios”.
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Mayores exigencias de capital a los bancos por Basilea III
Pero desde otro frente, cambios regulatorios de cara a la adecuación a los estándares internacionales de Basilea III, también apuntan a mayores exigencias de capital a las entidades financieras.
El representante de Asbanc menciona que se trata de cambios en la forma de medir el capital y en su calidad.
Por tal razón, en el sistema financiero surge la inquietud en torno a si para algunos bancos podría ser difícil cumplir dichas exigencias. Aunque Naranjo afirma: “La posición (de cada entidad bancaria) es heterogénea, pero en general es muy sólida”.