El índice de precios al consumidor continúa en niveles elevados y sigue afectando el bolsillo de muchos peruanos. Sin embargo, podría ser beneficiosa en algunas situaciones.
La tasa de inflación a 12 meses se redujo de 8.40 % en marzo a 7.97 % en abril, pese a ello, aún se ubica por encima del límite superior del rango meta (entre 1% y 3%), según datos del Banco Central de Reserva (BCR).
Este escenario es complicado para los ciudadanos, su capacidad de pago se reduce y les cuesta más adquirir la canasta básica del mes, pues todos los productos suben su precio, dijo Ronald Casana, presidente del Comité Mipyme del Colegio de Economistas de Lima.
Empero, la deuda adquirida no se incrementa con la inflación, su pago mensual sigue siendo el mismo, si el contrato fue con cuota fija, rescató.
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Así, el economista explicó que, en términos nominales, la cuota continúa en el mismo nivel, pero en términos reales (es decir, descontando la inflación) la cantidad a devolver es menor que la deuda original.
Casana enfatizó también que la inflación podría ayudar a los dueños de negocio, en cuanto a que ellos trasladan el incremento en precios a sus clientes finales y, por ende, reciben un poco más por sus ventas, mientras su cuota continúa siendo la misma.
En contraste, los acreedores se ven perjudicados porque el dinero que reciben hoy, en un entorno inflacionario, vale menos que el monto entregado inicialmente en préstamo.
Por su parte, Edmundo Lizarzaburu, docente de Administración y Finanzas de Universidad ESAN, sostuvo que si bien la cuota no sube cuando aumentan los precios en la economía, sí suben las tasas de interés -como parte de la política monetaria.
Esto encarece los nuevos créditos y, en contraste, perjudica a los nuevos deudores, expresó.
Además, los productos suben de precio, pero no hay un correlato con la evolución de sueldos, los cuales ahora permiten comprar menos bienes que antes, agregó.
Los especialistas coinciden en señalar que muchas familias están teniendo que designar más presupuesto a sus gastos básicos y les queda menos dinero para cumplir sus deudas.
“Los hogares deben distribuir su dinero entre comida y pago de obligaciones, pero con inflación les queda menos margen; algunos optan por reprogramar sus deudas pero otros solo se retrasan en sus pagos y ello se ve reflejado en los índices de morosidad”, comentó Casana.
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