Un complejo escenario económico y laboral son los principales factores que más han impactado en el bolsillo de los peruanos. Situación que empeora cuando se trata de hacer frente a los crecientes gastos mensuales como el colegio, alimentación, transporte, entre otros.
De hecho, de acuerdo a la encuesta “Semáforo de las expectativas económicas de los Limeños hacia el 2023″, más de un millón de personas debe recurrir a préstamos para poder enfrentar este gasto de dinero mes a mes.
Esto conlleva directamente a un endeudamiento, que podría aumentar si no se toman medidas que subsanen la situación económica de las personas, como, por ejemplo, una planificación financiera. El incumplimiento del pago de deudas puede tener repercusiones negativas, entre ellas una puntuación crediticia baja.
“Es una representación numérica que determina la solvencia y la probabilidad de pago de las personas en el tiempo, considerando variables de ahorros promedio, cuentas de inversión (CTS, Fondos Mutuos, Plazo Fijo), el uso correcto de líneas de crédito, endeudamiento en el sistema financiero y en especial, el pago a tiempo de los créditos”, explica Carlos Pinto, gerente general de RECSA Región Andina.
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Una puntuación crediticia baja tiene un impacto negativo en diferentes aspectos de la vida, como al momento de alquilar un departamento, conseguir un trabajo, adquirir un crédito hipotecario, etc.
Para evitar llegar a este punto, Carlos Pinto comparte una serie de recomendaciones:
- Entender la capacidad de endeudamiento que puede tener cada persona, no es recomendable prestar más dinero del que se gana.
- Nunca solicitar créditos cuyas cuotas excedan el 10% del presupuesto mensual, así podremos gestionar nuestros ingresos y los pagos de manera responsable.
- Establecer una planificación financiera, la cual consiste en identificar ingresos, gastos y deudas existentes para definir un presupuesto realista.
- Usar la tecnología: existen aplicativos móviles que facilitan la administración de un presupuesto de vida y entregan información mensual de la evolución del puntaje crediticio.
Aliados en la gestión de deudas
Un aumento en la morosidad de la población inevitablemente provoca el ingreso de un actor importante al escenario económico: las empresas de cobranza, las cuales actúan como un intermediario entre la entidad crediticia y las personas que mantienen una deuda.
Estas pueden cargar con un estigma negativo, pero la realidad es que durante los últimos años su rol ha cambiado, siendo actualmente un ente que busca entregar soluciones para quienes tengan un problema de pago, así como también entregar educación financiera que evite llegar al punto de una deuda.
“La realidad de cada persona es diferente y no todos tienen las mismas herramientas disponibles al momento de cubrir una deuda. Nosotros entendemos esta situación, gestionamos una buena relación con los clientes, con respeto y empatía, y brindamos soluciones que se adaptan a cada grupo con el fin de que puedan cumplir con sus obligaciones de paso”, agrega el ejecutivo de RECSA Región Andina.
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