La marca recibió buenos puntajes en tres de sus principales vinos: Intipalka 2019 Chardonnay (92 puntos), Intipalka 2019 Malbec (92 puntos) e Intipalka 2018 N1 Gran Reserva (95 puntos).
La marca recibió buenos puntajes en tres de sus principales vinos: Intipalka 2019 Chardonnay (92 puntos), Intipalka 2019 Malbec (92 puntos) e Intipalka 2018 N1 Gran Reserva (95 puntos).

Intipalka, la marca peruana de vinos, celebra el haber sido destacada a nivel internacional con diversos reconocimientos. En febrero de este año, fueron puntuados por Beverage Testing Institute (BTI) en dos de sus productos: Intipalka Malbec 2020, Intipalka Sauvignon Blanc 2020 e Intipalka 2018 N1 Gran Reserva que se hicieron de 92, 89 y 95 puntos, respectivamente.

“Este reconocimiento ratifica la calidad del vino peruano y significa también que la inversión y reinversión que hemos hecho durante 20 años está empezando a dar sus frutos”, admite Santiago Queirolo, gerente general de la marca. “La viña no es un trabajo lento de uno o dos años”, agrega el ejecutivo, quien sostiene que se han realizado cambios de tecnología y modernización de las bodegas en los últimos años, sin perder además las características antiguas de la viña, ubicada en Ica.

“Apuntamos a seguir mejorando en el tema de la calidad. Ahí vienen las inversiones en el tema agrícola, enológico y de tecnología. Además, contamos con nueva asesoría, un enólogo argentino que ha hecho unos cambios para competir en el mercado local y afuera”, añade Queirolo.

En el mercado extranjero

Sin embargo, el ejecutivo no puede negar que, a pesar de los premios y reconocimientos, la pandemia ha golpeado las ventas de la marca. “Al estar cerrado durante un tiempo el canal horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías), el consumo ha virado a casa, pero ese no es tan intenso como el otro. Hay varios litros que no son recuperables de ninguna manera”, afirma el directivo, quien además indica que el consumo de vino per cápita en el Perú está entre 1.5 y 1.7 litros.

“Además, las exportaciones a mercados como Estados Unidos, Inglaterra, España, Alemania y Centro América cayeron, pero se están reactivando de a pocos”, señala.

Es justamente el mercado extranjero donde Intipalka también apunta ahora. “La venta en mercados internacionales va apalancada por dos cosas. La gastronomía peruana, las comunidades peruanas y ahora todo el trabajo de los puntajes, que abre puertas a consumidores nuevos, ávidos de probar productos por encima de los 90 puntos”, explica Piero Fumagali, gerente de marketing de Intipalka. “Llama la atención lo exótico de vino peruano y nuestro objetivo es poner al Perú en el mapa de los vinos”, añade.

Competencia local

Aquí en el Perú la estrategia de la marca y las preferencias del consumidor son distintas. “En el mercado local, las dos variedades más consumidas por los peruanos en general y en la marca en específico son el Malbec y el Sauvignon Blanc”, dice Fumagali.

Si definimos las preferencias según tintos y blancos, los varietales más demandados en el país son Malbec, Shiraz, Tannat entre los rojos; y Sauvignon Blanc, Chardannay y Rosé entre los blancos, según Intipalka.

La competencia más fuerte es con los productos argentinos por dos razones. “Cuando se abre la importación de vino en el 92 o 93, los primeros en llegar fueron los de países vecinos. Entre ellos está el Malbec. Por eso, el peruano se ha acostumbrado a esa cepa que además es una muy versátil, amable, afrutada”, comenta Fumagali.

Fumagali detalla que tienen distintos tipos de consumidor, según el tipo de vino. “Para un Reserva o Gran Reserva, se trata de un consumidor más conocedor, que buscan estructura y sabores más complejos”, asegura.

“En el tema de los varietales, es un público más joven que recién puede haber ingresado a este mundo o ya tiene un poco de tiempo, pero todavía no conoce mucho. Es una persona entre los 24 y 40 años, máximo 45, que busca un vino que sea más fácil de tomar, para toda ocasión, que lo acompañe en su día a día”, manifiesta el gerente de marketing.

En cuestión de canales de venta, Fumagali sostiene que no se ha optado por implementar un sistema de ecommerce, sino mas bien apoyar los de los socios estratégicos de la marca. “Lo más importante es llevar tráfico hacia esas páginas, ya sean licorerías o supermercados”, afirma. Sostiene que existe un consumidor más digitalizado, pero que el peruano todavía prefiere ir al supermercado o a la licorería cuando se trata de comprar un producto de este tipo.