Ricardo Gareca ha sabido darle una personalidad a la blanquirroja. El técnico también hará su debut en Rusia 2018.
Ricardo Gareca ha sabido darle una personalidad a la blanquirroja. El técnico también hará su debut en Rusia 2018.

La pelota de trapo, la pista sucia y los palos imaginarios. En Tapiales de los años 60, hincha a muerte de Vélez Sarsfield, creció un arquero con olfato de gol.

conoció Buenos Aires como cualquier chiquillo latino que le gusta el fútbol. "Me crie en la calle. Llegaba del colegio y me iba a jugar a la pelota", recordó en una entrevista.

De niño jugaba de arquero, visitaba Liniers con su padre para ver los goles de Bianchi y entrenaba a regañadientes en Boca Juniors. No sabía, claro está, que su destino estaba al otro lado de la cancha, de nueve; y más allá, como el técnico que clasificó a Perú a Rusia 2018.

Boca y River

El 18 de enero de 1985 los Futbolistas Argentinos Agremiados se declararon en huelga por tiempo indefinido. El 'flaco' Gareca y Óscar Ruggeri argumentaban que no cobraban hace meses y le exigían a que los libere. El club se negó y estalló el conflicto.

La crisis de Boca llevó al 'tigre' a mirar a la acera del frente. Comenzó su carrera en el club Xeneize en 1978, y hasta el '85 había marcado 65 goles en 129 partidos. River Plate aprovechó la crisis para llevarse al ídolo de su archirrival.

La oferta, sin embargo, no le saldría tan bien, pues solo jugó 12 partidos y se largó a Colombia, en donde inició su época dorada del bicampeonato y las tres finales de la Libertadores con el América de Cali.

En 1994 se retiró en Independiente, campeón y marcando goles, no sin antes pasar por el club de sus amores por tres temporadas: Vélez Sarsfield.

El debut

Se hizo héroe en Boca Juniors y en Argentina. A pesar de solo haber marcado cinco goles por la albiceleste, en 1985 anotó el que los llevaría a México por primera vez.

El Mundial de 1970 Argentina lo vio por la tele. Un Perú lleno de figuras le arrebató la clasificación en el horno de la Bombonera y 16 años después se cobrarían la revancha.

Un gol de Gareca eliminó a Perú del Mundial México 86. (Foto: USI)
Un gol de Gareca eliminó a Perú del Mundial México 86. (Foto: USI)

El empate agónico eliminó a Perú y clasificó al equipo de . El 'tigre' fue el artífice del tanto que compró los boletos al bicampeonato, pero Bilardo decidió hacerle caso omiso.

"Fue un golpe muy duro no ir al Mundial. Perdí la titularidad con Bilardo", recordó Gareca, quien compartirá el debut mundialista con los chicos de nuestra selección en Rusia 2018.

Pensá

Con Ruggeri decidió ponerse manos a la obra apenas se retiró como 'nueve'. Su primera tarea fue dirigir una escuela de fútbol. La segunda, convertirse en manager.

Desistió de ambas y un año después dijo 'por qué no' y le apuntó al banquillo del DT. Sin muchas luces, Gareca se dio una vuelta con el buzo de Talleres, Independiente, Colón, Quilmes y Argentinos Juniors, sin lograr nada interesante.

En 2005 dio el salto al exterior dirigiendo a los colombianos América de Cali y luego Independiente Santa Fe, pero no volvería a llamar la atención hasta 2007, cuando tomó las riendas de Universitario de Deportes.

La oportunidad la encontró en un gran club de una liga chica, y fue suficientes para que el técnico lo sacara campeón y clasificara a la Libertadores después de años.

Después de sacar campeón a Universitario, regresó a Perú por un reto más grande: la selección de mayores. (Foto: USI)
Después de sacar campeón a Universitario, regresó a Perú por un reto más grande: la selección de mayores. (Foto: USI)

Con el cariño del hincha local, regresó a Argentina para dirigir a Vélez por unos años, hasta que un fracaso lo llevó a ponerse la blanquirroja, ya no de River, sino de Perú.

En 2014 viajó a Brasil para firmar como DT del Palmeiras, pero no duró ni media temporada. En menos de cinco meses fue despedido tras perder ocho de los 12 partidos que dirigió. Con la cabeza gacha y siempre pensando, enrumbó hacia el seleccionado bicolor.

"Pensá" grita al unísono el colectivo nacional, emulando al mecenas de pelos largos y mirada seria. Y seguro el mismo Gareca piensa en la vieja gloria que se le escapó a sus botines, pero también en su primer mundial, que le regaló a todo un país.