Tras el atentado a la sede del Ministerio Público de Trujillo (La Libertad), en el que se habría usado dinamita de la minería ilegal, continúa el ataque e intimidaciones a las instituciones públicas.
En la madrugada de este miércoles, unos sujetos desconocidos dejaron en la entrada principal del penal Miguel Castro Castro, localizado en San Juan de Lurigancho, una caja que contenía una granada de guerra tipo piña junto a una nota amenazadora, reportó Buenos Días Perú.
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En el texto se acusa al recluso del pabellón 11, Víctor Criado Zanelly, de extorsionar y dirigir crímenes dentro de dicho recinto penitenciario a través de celulares, por lo que exigieron al Instituto Nacional Penitenciario (INPE) y la Policía Nacional del Perú (PNP) adoptar las acciones necesarios o perpetrarán un atentando en dicho lugar.
“Por culpa del asesino Víctor Hugo Criado Zanelly del Pabellón 11, donde hay celulares y puede llamar, extorsionar y matar inocentes, vamos a volar el penal si el INPE o la Policía no hace nada. Atentamente: El Hampa”, se lee en el mensaje.
Tras reportarse el hallazgo de la granada, personal de la Unidad de Desactivación de Explosivos (UDEX) de la PNP llegó hasta el penal Castro Castro, cercó el perímetro para evitar mayores incidentes y logró retirar el artefacto.
Según informó el diario El Comercio, Criado Zanelly fue capturado en marzo del 2023 cuando regresaba de España. Este hombre es señalado de ser el autor intelectual del atentado contra una trabajadora en la estación La Cultura del Metro de Lima, en junio de 2022.
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Se investiga el origen de la amenaza
En diálogo con Canal N, el jefe del INPE, Javier Llaque, informó que su institución está trabajando con la Policía para investigar el origen de la amenaza.
Aunque dijo que aún no se tiene información confirmada sobre la vinculación de Criado Zanelli en estos hechos, remarcó que se está evaluando la situación con calma, siguiendo los protocolos de seguridad.
Reconoció que muchos de los actos delictivos que ocurren dentro de los penales no se terminan cuando un reo es encarcelado, tal como se cree, ya que algunos siguen organizando delitos desde su interior.
Al ser consultado por las comunicaciones con celulares desde las celdas de las cárceles, el funcionario admitió que no existe el 100% de bloqueo y que siempre hay un espacio vulnerable.
En ese sentido, precisó que si bien los bloqueadores han reducido considerablemente el número de llamadas ilegales, aún persisten pequeños espacios de vulnerabilidad.
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