El Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres - CENEPRED tiene la tarea de liderar y coordinar la gestión de riesgos de desastres en el país. Sin embargo, señala Apoyo Consultoría, la supervisión de la elaboración de planes y la ejecución de obras de prevención, en particular en los gobiernos subnacionales, ha sido deficiente.
El 89% de los gobiernos regionales y las municipalidades no tiene un Plan de Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (PPRD) aprobado y vigente, y desde el 2017, el promedio de ejecución de los proyectos de prevención y atención ha sido del 55%, casi ocho puntos porcentuales por debajo del de inversión pública. La falta de personal especializado y débil capacidad de gestión a nivel regional y local son algunos de los factores que explican esta situación.
Incluso, cerca de la mitad de las municipalidades han reportado necesitar capacitación sobre la evaluación del riesgo de desastres y la elaboración de planes de prevención. Asimismo, cerca del 40% necesitó asistencia técnica sobre estos temas en los últimos años.
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La Comisión Multisectorial Encargada del Estudio Nacional del Fenómeno “El Niño” EFEN- advierte que existe una alta probabilidad de ue se mantengan las condiciones de un Niño Costero débil entre abril y julio, con lluvias superiores a lo normal durante abril y mayo. Si las temperaturas del mar continúan elevadas en los siguientes meses, podría generarse una alerta por el Fenómeno El Niño (FEN) hacia el verano de 2024. Esta situación ha generado preocupación sobre la preparación del país para enfrentar un nuevo FEN.
En ese sentido, Apoyo Consultoría propone cuatro medidas temporales y urgentes: (i) aprovechar los avances del acuerdo Gobierno a Gobierno (G2G) para hacer intervenciones tempranas y masivas de limpieza de ríos, drenes y drenajes, desfogues y defensas ribereñas; (ii) poner en práctica simulacros de evacuación en zonas críticas, (iii) alquilar maquinaria y equipos de manera anticipada; y (iv) liberar zonas con alta probabilidad de inundación y crear espacios de albergue temporal.
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Medidas de mitigación
Apoyo consultoría elaboró un documento con las medidas temporales y urgentes para mitigar los efectos del posible Fenómeno de El Niño en el 2024.
1. Aprovechar los avances del acuerdo Gobierno a Gobierno (G2G) para hacer intervenciones tempranas y masivas de limpieza de ríos, drenes y drenajes, desfogues y defensas ribereñas
Estas intervenciones son temporales, se pueden ejecutar rápidamente y podrían estar listas para el verano de 2024 si se inician de inmediato. En aquellos ríos y quebradas en los que se están desarrollando soluciones integrales bajo el acuerdo G2G, los contratistas deberían encargarse de las intervenciones temporales, ya que cuentan con ventajaslogísticas por estar en la zona, tienen los estudios avanzados de la misma y manejan esquemas ágiles de contratación. Esto ayudaría significativamente en la mitigación de daños, dado que la ARCC abarca los ríos y quebradas que ocasionaron más de la mitad de los daños en el 2017. Además, estas mismas empresas deberían encargarse de realizar intervenciones temporales de mitigación en ríos y quebradas cercanas a sus zonas de intervención. Esto finalmente beneficiaría a distritos pequeños e impulsaría el empleo en estas zonas.
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2. Poner en práctica simulacros de evacuación en zonas críticas
El principal objetivo es reducir las pérdidas de vidas humanas y el número de personas heridas.
Sin embargo, hoy la población no está preparada para reaccionar adecuadamente en estos momentos de emergencia. Para ello, es clave identificar y señalar las rutas de evacuación en aquellas zonas más vulnerables y poner en práctica simulacros programados. Esto debe estar a cargo de los gobiernos locales en coordinación con Indeci.
Medidas de atención de emergencia
1. Alquilar maquinaria y equipos de manera anticipada
Además del problema de prevención, muchas veces no tenemos manera de reaccionar rápidamente ante el desastre. Varios gobiernos regionales y locales carecen de la maquinaria y los equipos necesarios para atender emergencias de forma inmediata. Más aún, el proceso de alquiler puede tomar semanas y depende de la oferta local en ese momento, que muchas veces suele ser insuficiente. Para resolver el problema de provisión de maquinaria, cisternas y motobombas, se debería contar con un mecanismo especial para poder alquilar de manera anticipada estas máquinas específicas (por ejemplo, ajustando el mecanismo de contratación de emergencia).
De esta manera, el Gobierno Nacional, en coordinación con los gobiernos regionales y locales, se encargaría del proceso de alquiler con meses de anticipación, para el cual se realiza un pago mensual y la prestación del servicio en las regiones se gatilla al momento de la emergencia. Esta medida permitiría agilizar el abastecimiento de estos recursos y asegurar su disponibilidad, lo que resulta crucial para una respuesta rápida y eficiente ante una emergencia. Asimismo, también resolvería problemas logísticos y de almacenamiento que suelen presentarse en los gobiernos subnacionales.
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2. Liberar zonas con alta probabilidad de inundación y crear espacios de albergue temporal
Se debería proporcionar vivienda temporal (casas prefabricadas), cisternas de agua y baños, todo bajo una compra centralizada del gobierno central, con un mecanismo especial de contratación como el señalado en el punto anterior. Los terrenos del Estado deberían utilizarse para este propósito. Los criterios para seleccionar los terrenos y desarrollar estas zonas deberían incluir la cantidad de damnificados que vivieron en carpas en el 2017.
Asimismo, deberían realizarse planes de reubicación temporal de familias con alta probabilidad de perder sus viviendas hacia los albergues temporales. Durante el Niño Costero del 2017 se obtuvo mucha información que sirve como punto de partida para definir las zonas de mayor riesgo y la cantidad de maquinaria, equipos y viviendas temporales que se necesita a nivel nacional.
“Las soluciones anteriormente descritas son temporales y no solucionan los problemas de fondo, solo contribuyen a mitigar los efectos de las inundaciones en el corto plazo. Por lo tanto, para enfrentar los fenómenos naturales recurrentes en nuestro país y evitar la necesidad de reconstruir la infraestructura dañada cada cierto tiempo, así como los lamentables costos sociales asociados, es necesario contar con una solución integral que abarque varios sectores y fortalezca el sistema de gestión del riesgo de desastres, el cual hasta ahora no ha funcionado adecuadamente”.
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