Un día después de que el Poder Judicial ordenara la liberación de Mauricio Fernandini, tras acoger su recurso de apelación para declarar el cese de la prisión preventiva por el plazo de 30 meses que se le impuso en el marco del caso Markagroup, el periodista abandonó esta tarde el penal Castro Castro, ubicado en San Juan de Lurigancho.
El comunicador salió de dicho recinto carcelario al promediar las 5:20 p.m. Se encontraba en un vehículo color negro con lunas polarizadas con destino a su vivienda, ubicada en San Isidro.
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A su salida, agradeció a todas las personas que lo acompañaron en los últimos meses , ya sea a través de cartas o enviándole algunos libros. “He sido un hombre afortunado”, dijo.
Fernandini evitó pronunciarse por su proceso judicial y remarcó que de eso se encargarán sus abogados. Solo atinó a señalar que “siempre estará a disposición de la justicia y que es un agradecido con la vida”.
Como se recuerda, la Quinta Sala Penal de Apelaciones decidió revocar la resolución del Octavo Juzgado de Investigación Preparatoria, emitida el pasado 18 de enero, en la que se declaró infundado el pedido de cese de prisión preventiva contra el periodista.
En su lugar, se dispuso el mandato de comparecencia restringida bajo reglas de conducta, que incluye comparecer cada quince días sobre sus actividades ante el juzgado, no ausentarse de su domicilio, además de abonar una caución económica de S/ 30,000.
Asimismo, Fernandini se encuentra prohibido de entablar comunicación con otros investigados por el caso, entre ellos la empresaria Sada Goray, el exministro de Vivienda, Geiner Alvarado, el exjefe del gabinete de asesores de dicho ministerio, Salatiel Marrufo, entre otros.
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No se acogerá a la colaboración eficaz
“Este cese (de prisión preventiva) no está basado ni en la colaboración (eficaz) ni en la confesión sincera, está basado en la demostración de sus arraigos y en la demostración que ha tenido una actitud colaborativa en el proceso”, dijo a RPP.
Aseguró que su patrocinado logró demostrar arraigo laboral, personal y familiar en el país, por lo que dijo que “no representa un peligro para el proceso”.
“Se ha analizado el arraigo laboral, profesional, personal, que tiene el señor Fernandini en el Perú, sobre todo en la capital, Lima; un asunto que, en las primeras instancias, cuando se le decreto la prisión preventiva, lamentablemente, la justicia estimó que no había documentación suficiente”, cuestionó.
Al ser consultado por cuál es el sustento presentado respecto al arraigo profesional, el abogado dijo que Fernandini ha demostrado una serie de contrataciones, de alquileres que él ha efectuado, y con algunos trabajos privados que también ha estado realizando.
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