La crisis climática afecta a las comunidades indígenas con cambios meteorológicos, en forma de eventos extremos que amenazan la seguridad alimentaria. Dependientes de la agricultura y caza, pesca y recursos naturales, estas comunidades son especialmente vulnerables ante la disminución de estos recursos.
Por ello, los conocimientos ancestrales son cruciales para mitigar la consecuencia de los fenómenos climatológicos, gestionando de forma sostenible los recursos y conservando los ecosistemas, aprovechando la estrecha conexión con la tierra y la comprensión de los ciclos naturales.
La participación de los pueblos indígenas en la protección de bosques y biodiversidad es esencial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y preservar los bosques tropicales como sumideros de carbono y para enfrentar los desafíos climáticos actuales.
LEA TAMBIÉN: MTC crea grupo de trabajo sobre transporte acuático fluvial y turístico en la Amazonía peruana: ¿de qué trata?
Riesgos y amenazas
El 70% de los incendios forestales en Perú se concentran en la Amazonía, duplicando su cantidad entre 2019 y 2022, según el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) y el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (Coen). Un estudio reciente advierte sobre la posibilidad de bloquear la recuperación del 56% al 82% de la selva amazónica debido a incendios y deforestación.
Las proyecciones de Naciones Unidas para 2024, indican un aumento de temperatura superior a 1.5°C, y durante la COP28, el Ministerio del Ambiente (MINAM) alerta sobre una reducción del 30% de las lluvias en la Amazonía peruana, aumentando el riesgo de incendios. La falta de acceso al agua destaca la necesidad urgente de prevención y alerta temprana ante el fuego descontrolado, subrayando la magnitud de la pérdida en ingresos familiares y la recuperación forestal.
Comunidades indígenas, las más vulnerables
Los incendios forestales representan una grave amenaza para las comunidades indígenas en la cuenca del río Ene, comprometiendo derechos fundamentales y afectando su hogar. En 2016, las comunidades de Potsoteni, Meteni y Pitsiquia sufrieron la pérdida de 20 mil hectáreas en un incendio que tardó más de un mes en ser controlado, destacando la urgencia de abordar esta problemática.
En septiembre de 2023, un aumento significativo en los incendios forestales en el río Ene, Amazonía central, afectó 7,300 hectáreas, marcando la cifra más alta en cuatro años. Este aumento se vincula con condiciones extremas en la selva central debido al cambio climático y El Niño, disminuyendo las lluvias y prolongando las sequías, intensificando la frecuencia e intensidad de los incendios.
Ante ello, la Central Asháninka del Río Ene (CARE), representante de 44 comunidades en la Cuenca del Río Ene, estableció una colaboración estratégica con Cool Earth, una organización internacional dedicada a la protección de los principales bosques tropicales del planeta y la mitigación de la crisis climática.
LEA TAMBIÉN: Los incendios en la Amazonía cayeron un 10.8 % en 2023 pese a su histórica sequía
“Los incendios forestales en la Amazonía peruana representan una amenaza multifacética que va más allá de la pérdida de bosques. Estos eventos impactan a comunidades locales, afectan la economía y ponen en riesgo la biodiversidad, planteando desafíos significativos en términos de cambio climático y pérdida irreversible de ecosistemas”, precisó Alix Silva, gerente de programas en Cool Earth Perú.
Comienza a destacar en el mundo empresarial recibiendo las noticias más exclusivas del día en tu bandeja Aquí. Si aún no tienes una cuenta, Regístrate gratis y sé parte de nuestra comunidad.