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La presidenta Dina Boluarte se refirió al inicio de operaciones de la segunda pista de aterrizaje y nueva torre de control del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, y señaló que esta permitiría contar con otra vía de emergencia para que los vuelos no se paralicen.
“Uno de los grandes beneficios de tener las dos pistas operativas es que en caso hubiera algún incidente en una de ellas se podrá usar la otra como pista de emergencia. Ya no se tendrá que aterrizar en otros aeropuertos regionales aledaños como por ejemplo, en el aeropuerto de Pisco, para las consecuentes molestias de los pasajeros”, dijo.
Cabe mencionar, que la segunda pista de aterrizaje tiene 3,480 metros de longitud, así como una red de más de 10 kilómetros de nuevas calles de rodaje, luces de aproximación sistema de balizamiento, entre otros. Mientras que la nueva torre de control tiene 65 metros de altura.
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“La nueva pista podrá recibir todo tipo de aeronaves, que operan en la industria internacional, incluso los de mayor envergadura”, indica Boluarte.
Por otro lado, en el marco de la inauguración de esta obra, la mandataria indicó que desde hace tiempo nuestro primer terminal aéreo había llegado a su máxima capacidad y necesitaba de mayores espacios para seguir recibiendo a millones de turistas y ser el lugar de embarque y llegada de los peruanos.
“De recibir antes 23 millones de pasajeros al año, con esta nueva pista de aterrizaje y torre de control el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez tendrá capacidad para recibir 30 millones de pasajeros al año y así convertirse en el terminal aéreo más importante y moderno de Sudamérica”, dijo.
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No obstante, Boluarte señala que esta obra debió haberse terminado hace tiempo, de acuerdo al contrato inicial de concesión, firmado en el 2001.
“En el año 2002 ya debía estar construida e iniciada las operaciones de esta segunda pista de aterrizaje, la torre y el terminal, pero hubieron retrasos y se presentaron problemas legales con los terrenos”, sostuvo.
“En los años 2003, 2013, 2017 y 2018 se firmaron distintas adendas que ampliaron los plazos y en el 2022 se suscribió un acta más. Es decir, desde el 2001 han pasado siete gobiernos para que se ejecute y se inicien las operaciones de esta obra”, agregó.
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